Francesc Miralles, vicepresidente socialista del Consell, ha pasado de ser el número uno de la candidatura a la institución insular en 2015 a ser rechazada su presencia en 2019 por parte del PSIB-PSOE. "Catalina Cladera me dijo que no había puesto de salida para mí y me propuso cerrar la candidatura, algo que yo rechacé". El entorno del vicepresidente asegura que "se han premiado las fidelidades, no las capacidades" en las candidaturas socialistas al Consell y al Parlament.

Miralles ha admitido que la política "es una mezcla de gestión y de fidelidad es una mezcla de gestión y de fidelidady yo no he encajado en esta situación". Miralles desconoce el motivo concreto de su veto, ya que "yo cedí para que hubiera presidencias en las diferentes instituciones con el objetivo de firmar el pacto y del partido me han dicho en varias ocasiones que nuestra gestión en Cultura del Consell ha sido buena". Miralles ha apuntado que es muy difícil hacer candidaturas, recordando que a él le ha tocado esta "papeleta en Algaida y hace cuatro años en el Consell".

Por su parte, la secretaria general de Mallorca del PSIB Mercedes Garrido, ha descartado que se haya producido una purga en el partido. "Las listas se han aprobado por unanimidad y todos formamos parte de un equipo y de un proyecto. Las familias no existen en el partido socialista". Hay que recordar que Garrido también fue relegada para ser candidata al Consell y Francina Armengol colocó a Catalina Cladera. Lo que ocurre es que Garrido ha sabido negociar su relevo y la han colocado de número 7 en el Parlament.