"Estamos en invierno y tenemos que tener un calefactor de infarrojos en la consulta porque pasamos frío"", denuncia personal sanitario del ambulatorio del Carmen. Acompaña su denuncia con un vídeo (colgado en la web de este diario) en el que se puede apreciar una rotura de una vieja tubería que provoca, nunca mejor dicho, un abundante y profuso vertido de agua en una de las plantas de esta infraestructura asistencial. "Caía a chorro", ponen voz a las imágenes los denunciantes.

"Ese accidente ocurrió hace tres semanas. Se trató de una rotura de una tubería de agua caliente que ese mismo día se reparó. Se esperó al fin de semana para hacer la reparación del sistema de calefacción completa. Desde entonces no ha habido ningún incidente más y la calefacción funciona correctamente". Esta ha sido la respuesta que el subdirector de gestión y servicios del hospital de Son Espases (El Carmen depende administrativamente del hospital de referencia) ha facilitado ante las preguntas de este rotativo.

Una respuesta que es desmentida por los empleados del centro. "Te invito a que te des un paseo por el ambulatorio y verás en qué condiciones estamos trabajando", replicaban hoy mismo. "La calefacción no está arreglada. Funciona a piñón fijo. Han cambiado los aparatos (radiadores de pared, denominados técnicamente fan coil) pero la temperatura se regula a nivel central y pasamos frío. De ahí que tengamos un calefactor encima de la camilla. ¿Termostato? No tenemos. Cuando funciona, no podemos regular la calefacción porque funciona a nivel central", reiteran los trabajadores.

Aparte del vídeo, aportan varias imágenes de operarios reparando el techo de la entrada al ambulatorio. Obra que los pacientes debían sortear para acceder a alguna de las consultas ubicadas en las cinco plantas de este viejo edificio asistencial que, por lo que denuncian los trabajadores, se está cayendo a trozos con la connivencia y desidia de la Administración.

"Compraron radiadores nuevos a sabiendas que no iban a solucionar el problema de climatización que tenemos. Las tuberías son viejas, se producen humedades y repentinos desplomes de falsos techos que han puesto en peligro la integridad de algunos de nosotros", denuncian ya hartos de tener que acudir a un centro de trabajo que, en su opinión, no reúne las mínimas condiciones de salubridad.

Y es que, como se recordará, el pasado verano este diario también se hizo eco de las protestas de los trabajadores por tener que trabajar sudando la gota gorda en plena ola de calor. En aquella ocasión, los técnicos en prevención de riesgos laborales del Servei de Salut solucionaron parcialmente el intenso calor llenando el ambulatorio de ventiladores de pie que, se quejaban los empleados entonces, "solo remueven el aire caliente, no refrescan".

Pese a estas quejas, ahora que las temperaturas primaverales de estas fechas anticipan la llegada del verano, los trabajadores empiezan a temer los calores sofocantes que pasaron el estío pasado y algunos se preguntan que fue de esos ventiladores.

"El que teníamos en nuestra consulta ha desaparecido. ¿Qué vamos a hacer este verano?", se preguntaban hoy algunos de los denunciantes que tampoco hallaban consuelo en los rumores que hablan de un inminente traslado de las consultas del Carmen al Hospital General. "Por mucho que le hayan lavado la cara, allí las instalaciones son viejas también", lamentan su destino.