"En la educación han predominado las soluciones únicas , como en una ecuación matemática, pero luego en la vida real esto no ocurre". Esta es una de las reflexiones hechas por el profesor, astrofísico y experto en neurociencia Jesús Guillén en la conferencia que ha impartido esta semana en el colegio Juan de la Cierva de Palma. En su charla, Guillén insistió en remarcar en la educación lo más importante son las personas.

Jesus Guillén colabora con el grupo de investigación del postgrado del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Barcelona, el máster en Neurodidáctica de la Universidad Rey Juan Carlos y la diplomatura Neurociencias y emociones en el aprendizaje de la Universidad nacional Villa María de Argentina y centró su intervención en las emociones, comenzando con un comentario asegurando que "la educación necesita un cambio, y éste es posible".

Apoyándose en vídeos de situaciones reales, el profesor resaltó que "los climas emocionales positivos favorecen el aprendizaje". Subrayó la importancia de la cooperación, entre el profesorado y entre los propios alumnos, fundamental para trabajar bien las competencias emocionales, así como el vínculo que debe crearse entre el profesor y estudiante: "Muy importante que se establezca en las primeras semanas de clase", advirtió. También apuntó a la sorpresa como otro elemento favorecedor del aprendizaje en el aula.

Este investigador de la neurociencia recordó que el cerebro es plástico. Señaló que es cierto que esa plasticidad es más notable en la infancia, pero que nos permite después seguir aprendiendo durante tanto la vida. Además, el cerebro también es social, razonó, con lo que la cooperación entre motivador y motivado es fundamental para conseguir adquirir las competencias emocionales básicas en la vida: la asertividad, la resiliencia, la empatía y el autocontrol, "gran favorecedoras del aprendizaje en el aula".

El investigador enumeró las funciones ejecutivas del cerebro que influyen en el éxito en la vida de una persona, como la memoria de trabajo para recordar la información, el autocontrol y la flexibilidad cognitiva (entendida ésta como el acto creativo de readaptarse si se produce un cambio en un momento determinado) e insistió en la importancia que tienen en la educación. Concluyó reflexionando que el aprendizaje de las matemáticas o la lectura son importantes "pero deben compartir protagonismo con otras disciplinas como la educación física, la educación artística y la educación emocional".