Una sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears declara nulo el despido acordado por una empresa hotelera, que acordó prescindir de los servicios de una antigua empleada, porque la mujer había aconsejado a unos clientes que era mejor que no cenaran en el hotel y que acudieran a otro establecimiento. Las dos personas que recibieron este consejo, en realidad, no eran unos clientes normales, aunque se hicieron pasar por turistas. Eran dos detectives privados que fueron contratados para que analizaran el comportamiento de los trabajadores.

La mujer despedida era la jefa de comedor y ahora tendrá que ser readmitida, o tiene derecho a recibir una elevada indemnización. El tribunal destaca que en el informe de los detectives se señalaba la simpatía mostrada por esta empleada. Los jueces entienden que la conducta de esta veterana trabajadora no fue perjudicial para el hotel, más allá del precio del menú, puesto que los clientes, en este caso los detectives, se llevaron una buena impresión de la simpatía de la empleada.