Balears registró 1.528 desahucios por el impago del alquiler en 2018. O lo que es lo mismo, cuatro cada día. La cifra, la más alta desde 2014, constata las dificultades de los inquilinos del archipiélago para hacer frente a la actual burbuja de precios.

En cambio, confirman su retroceso los desahucios por el impago de la hipoteca, que por primera vez vuelven en Balears a niveles anteriores a la crisis. El año pasado se saldó con 458 desalojos, 265 menos que en 2007. Son datos del Consejo General del Poder Judicial, que desde 2013 recoge en una estadística el número de lanzamientos por alquiler que llegan a los juzgados de primera instancia.

Mallorca y Eivissa son las islas que con mayor intensidad han sufrido el aumento de precios del alquiler y donde los desahucios por el impago de la renta se han repetido con mayor frecuencia. Y 2018 continuó con su tendencia al alza, registrando 63 desalojos más que en 2017 y sesenta más que en 2016.

La burbuja ha inflado los precios y ha generado más desahucios por no cumplir con el alquiler, que en Balears son el 77% del total. En el resto del Estado representan el 60%.

Desahucios 'silenciosos'

Estas cifras se refieren a los casos que el año pasado se tramitaron en algún juzgado de primera instancia de las islas, pero no incluyen los llamados desahucios 'silenciosos'. Es decir, aquellos que se producen cuando el inquilino debe abandonar un inmueble al no poder afrontar la renovación del contrato que habitualmente implica subidas notables de la renta.

Ya hace algunos años que los desahucios por alquiler tomaron el testigo a los hipotecarios, que continúan con su declive después de unos años en los que se contaban por miles.

Detrás de cada uno de los 458 desalojos del año pasado hubo un drama, pero la cifra palidece en comparación con el saldo que arrojó 2012 (2.693 desalojos), 2013 (1.908) y 2014 (1.977). Los expertos atribuyen el actual descenso al hecho de que el grueso de las familias golpeadas por la crisis ya fueron desalojadas de sus viviendas, que volvieron a manos de los bancos.

A día de hoy los problemas se focalizan en el mercado del alquiler residencial, recalentado por una oferta que no cubre la gran demanda que hay. Los expertos vaticinan que los arrendamientos, que en 2017 llegaron a dispararse un 40%, tocarán techo a lo largo de este 2019.