Los ciudadanos de Balears elegirán al próximo Govern. Francina Armengol ha rechazado hacer coincidir en la misma jornada -el 28 de abril- los comicios generales y los autonómicos; la presidenta del Govern desoye así la presión interna que la animaba a convocar a las urnas el último domingo de abril, la fecha elegida por Pedro Sánchez.

Su compañero y homólogo en la Comunidad valenciana, Ximo Puig, podría anunciar hoy mismo el anticipo electoral. Al igual que el presidente valenciano, Armengol es la única que tiene la potestad de disolver el Parlament y fijar la cita electoral. Mañana martes Sánchez hará efectivo dicho trámite con las Cortes españolas, por lo que a la socialista también le expira el plazo. En el caso de Puig, parece claro que habrá comicios el 28-A. En Balears, el adelanto está absolutamente descartado.

El anticipio "podría habernos favorecido, pero ella ha primado los intereses generales sobre los de partido", respaldan a la presidenta desde sus filas. La renuncia de Armengol también le evita soliviantar a sus socios de la izquierda, especialmente a Més. "Nos habría hecho un traje", se sincera un dirigente del partido ecosoberanista. "Y habría tenido sus consecuencias", remacha.

El pasado 15 de febrero, tras el Consell de Govern en Eivissa y conocerse el anuncio electoral del presidente del Gobierno para tratar de revalidar, Armengol ya afirmó que no tenía "ninguna intención" de adelantar las elecciones en las islas. La líder socialista dio por hecho que agotaría la legislatura "tranquilamente", apelando a la "estabilidad" del Govern. En su primera reacción a la comparecencia de Sánchez, Armengol se mostró convencida de que el electorado "sabe perfectamente qué vota" en cada cita con las urnas, quitando así hierro al 'no' de su jefe a sumarse al superdomingo de mayo.

No obstante, en las horas posteriores al anuncio de Sánchez, se abrió el debate en petit comité. Armengol ha sondeado a toda su gente de confianza; una parte le ha pedido que valorara la conveniencia de celebrar conjuntamente los comicios autonómicos con los generales. Al final, ella lo ha descartado.

Si bien ciertas actitudes del secretario general del PSOE son cuestionadas dentro del PSIB -especialmente su exhibicionismo-, "Pedro tiene tirón en estos momentos, y podría irnos bien aprovecharlo", reflexionan fuentes socialistas de las islas.

La publicación del libro del presidente, Manual de resistencia, que su asesor áulico Iván Redondo ha hecho coincidir con la inminente campaña electoral, es una de las bazas con las que Ferraz aspira a mantener a Sánchez en la Moncloa.

Los sondeos y la percepción en el resto de partidos sitúan a Armengol como la candidata mejor posicionada en la recta final de legislatura. El barómetro del CIS da hasta 4 escaños en el Congreso al PSIB, un pronóstico demasiado benévolo, que es acogido con escepticismo en la propia sede de la calle Miracle. Pero en un contexto que parece favorable para las siglas, algunos en el partido veían idóneo intentar beneficiarse del golpe de efecto sanchista.

En la negativa de Armengol ha pesado el que se la pudiera acusar de partidista, así como las consecuencias de romper las reglas del juego de la "lógica institucional", señalan desde su entorno.

El avance también habría cogido con el pie cambiado a El Pi, un aliado que hoy por hoy se antoja necesario para formar las futuras mayorías. De hecho, tanto a Més como a la formación de Jaume Font la convocatoria de Sánchez ya les ha trastocado por completo su calendario y hoja de ruta. Invierten todos sus esfuerzos y recursos en campaña de las autonómicas; las generales se han cruzado en su camino, y saben que desaparecen engullidos por los grandes. Armengol conoce bien la desventaja, y por ello también mima a ambos.