El salto del hasta ayer diputado popular Antoni Camps a Vox no ha sido una sorpresa para muchos. Su postura en muchos temas lindaban con los límites de la línea oficial del partido, a lo que se añade que él y Margaret Mercadal fueron los dos únicos diputados que apoyaron a José Ramón Bauzá en el congreso para liderar el partido contra Biel Company. Lo que ponía en duda ese fichaje era su anuncio, hace tres meses, de que dejaba la política. De hecho, así se lo reprocharon algunos tuiteros ayer. "Si Vox no me hubiera venido a buscar, me hubiera ido a mi casa", respondió Camps a estas críticas.

El exdiputado del PP, que ayer ya no acudió al pleno del Parlament en el que tenía previsto formular una pregunta al Govern, afirmó en las redes sociales que si el partido de Jorge Campos no hubiera llamado a su puerta "hubiera acabado la legislatura y me hubiera ido a casa, a dedicarme a mi vida profesional, que era lo que tenía previsto y lo mejor para mí".

Precisamente, Campos valoró el paso de Camps afirmando que "la claridad del mensaje de Vox y las soluciones que propone son capaces de ilusionar". El presidente del partido de ultraderecha definió a Camps como "un ejemplo de coherencia, siempre ha defendido los mismos valores y lo ha demostrado en el Parlament en su condición de diputado". Añadió que "los principios y valores que defendía" en el PP "ya no están ahí, esa formación se ha ido a otros sectores ideológicos".

Desde la entidad ultraconservadora de Juan José Tenorio, Derechos en Balears, vinculada a HazteOír, aplaudieron también al menorquín "por su defensa coherente de los valores de la vida, la familia y la maternidad en el transcurso de toda su trayectoria política".

La marcha de Camps a Vox sirvió ayer para dar aire en el pleno del Parlament a la presidenta Francina Armengol ante las críticas de la oposición por el REB. Aunque los diputados del PP se movieron para evitar la imagen de la silla vacía que ocupaba su hasta ahora compañero de filas, en la que se sentó Rafel Nadal, la atención estaba puesta en este asunto, que fue utilizado por el Pacto para lanzar constantes pullas a la bancada popular.

Así, el enfrentamiento entre PP y Govern por el REB fue menos duro de lo esperado. El líder del PP balear, Biel Company, reiteró sus críticas al REB al considerar que no aporta nada. A ellas, añadió otra referida a la defensa de Armengol sobre la importancia de que servirá para garantizar que Balears quede en la media de inversiones estatales. "Decir esto es un error estratégico importante, porque eso es algo que debería plantearse en el sistema de financiación, no en el REB. Le ha dado una patada a la filosofía de la insularidad. Le ha pegado un tiro y la ha dejado herida de muerte, tendremos que resucitarla", dijo a Armengol.

La presidenta insistió en su defensa del REB como "un gran avance" y emplazó a Company a aclarar si el PP apoyará su validación en la Diputación Permanente del Congreso, después de que el lunes el líder popular dejara en el aire este respaldo. Company no contestó.

Antes, en respuesta a Jaume Font y Xavier Pericay, de El Pi y Cs, Armengol reiteró que se ha logrado un REB "que está ya en vigor" y que será una "buena herramienta que habrá que seguir mejorando". Añadió que supone un "avance muy importante" conseguido en "un contexto político complicado, en el que los vientos soplan más hacia la centralización y no a la descentralización", en referencia a los partidos de la derecha.