La siniestralidad laboral descendió en 2018 por primera en siete años en Baleares, pese a lo cual sigue siendo la comunidad autónoma con el índice más alto de España, según se destaca en el informe presentado por el conseller y la directora general de Trabajo, Iago Negueruela e Isabel Castro respectivamente.

Aunque el número de accidentes laborales registrado durante el pasado ejercicio en las islas ha crecido ligeramente, al pasar de los 20.098 de 2017 a los 20.500 de 2018 (un 2% más), el hecho de que el empleo haya aumentado en Baleares en mayor medida (un 3,4%) hace que el índice de siniestralidad descienda en el archipiélago un 1,5%, un hecho sin precedentes en los últimos ejercicios, en los que éste venía subiendo con fuerza.

Por sectores, la bajada más acentuada se ha dado en la construcción, con un recorte en ese índice del 3,9%, mientras que en los servicios la reducción ha sido del 2,1%, en la hostelería del 1,7%, y en la industria del 1,1%. Solo crece en la agricultura, con un alza del 11,7%, aunque se trata de una actividad con importantes fluctuaciones debido a su bajo número de trabajadores.

En cifras absolutas, de los 20.500 accidentes laborales de 2018, 20,398 han sido de carácter leve, frente a los 19.992 de 2017; los graves han sido 97, cuando en 2017 fueron 92; los muy graves se han limitado a dos, por debajo de los tres del ejercicio anterior; y los mortales se han cifrado en tres, en este caso con un apreciable descenso frente a los once de 2017.

Un dato especialmente destacado por el conseller es que la mayor cifra de accidentes se producen cuando el empleado lleva menos de tres meses en su puesto de trabajo. Concretamente, se han dado 6.724 siniestros cuando el tiempo del trabajador en su puesto era de seis días a tres meses. Según Negueruela, eso demuestra la importancia de la temporalidad en este problema.

En cualquier caso, el conseller puso en valor el esfuerzo que Govern, patronales y sindicatos han venido realizando para reducir la siniestralidad en sectores clave como la construcción y la hostelería. En concreto, destacó que el presupuesto de este año para prevención y salud laboral es de cuatro millones de euros, cuando la media de la pasada legislatura rondó los dos millones anuales, al igual que el aumento de los controles pactados con la Inspección de Trabajo o la creación del Instituto Balear de Seguridad y Salud Laboral.

El descenso en el indice de siniestralidad ha sido aplaudido por los sindicatos UGT y CC OO y por la patronal PIMEM, aunque con matices, al recordar que Balears registra la tasa más alta, por lo que se apunta la necesidad de seguir tomando medidas para reducirla todavía más.