Las feministas se preparan para el 8-M: "Estamos hartas y los hombres no están a la altura"

La plataforma dará a conocer los detalles de la jornada la próxima semana, pero seis de sus integrantes adelantan en conversación con este diario que esperan un protagonismo absoluto de las mujeres. Olga Coronado, María Argudo, Neus Tur, Anna López, Laura Sastre y Concha Ripoll hablan de feminismo, de igualdad y de la responsabilidad de unos hombres que, consideran, no se dan por aludidos.

"Hemos preparado una manifestación que incluirá diferentes actividades, no será solo caminar por la ciudad. Esperamos máxima participación, pero sobre todo de mujeres. De hecho, estamos pensando en qué hacer con los hombres si vienen", cuenta Argudo.

Aclaran que la marcha, que el año pasado registró una participación histórica de más de 20.000 personas, está abierta a los hombres. Pero asumen que si la huelga de mujeres tiene un seguimiento masivo, "ellos tendrán que ayudar en las empresas, los hogares o cuidando a los niños, y no lo tendrán fácil para venir".

Esperan una huelga de curas, consumo, estudiantil y laboral. "Los hombres deben tener un papel facilitador para que el 8M las mujeres puedan estar todo el día en la calle haciendo ruido", apunta Sastre. Coronado interviene en la misma línea. "Deberían ponerse al servicio de la mujer y facilitar su derecho a la huelga. Si en algún sector se necesita cubrir unos servicios mínimos, que sean los hombres los que lo hagan. Y que repartan el sueldo de aquel día con las compañeras que no trabajarán para defender sus derechos y libertades".

El 'tren violeta'

Llaman a una "movilización imprescindible" de las mujeres en un contexto de ascenso de la extrema derecha. "Hay derechos que creíamos que teníamos asegurados, pero ahora están en peligro porque nos hemos relajado", advierte Coronado.

Esta mañana salen en un 'tren violeta' a Manacor, una excursión solo para mujeres. "Es una herramienta para relacionarnos de igual a igual. Nos hace falta para reconocer las violencias que sufrimos. Unirnos es algo que el patriarcado no nos podrá quitar nunca", afirma Tur.

Aseguran que su papel va más allá del el 8M o el 25 de noviembre, Día contra la Violencia de Género. "Preparamos muchas acciones, también campañas contra el consumo capitalista excesivo o para visibilizar la violencia de género fruto del amor romántico", cuenta López. De hecho, durante el pasado San Valentín lanzaron una provocadora campaña a través de las redes sociales con la etiqueta #SanViolentín.

Consideran que los hombres siguen sin hacer nada efectivo para llegar a esa igualdad real que las mujeres reclaman. "Tienen que reflexionar sobre sus privilegios y pensar por qué nosotras estamos en una situación de desigualdad", destaca Ripoll.

"La mayoría de los hombres se sienten amenazados porque para que nosotras tengamos los mismos privilegios y oportunidades, ellos tienen que renunciar a sus privilegios. Las mujeres están hartas y la respuesta de los hombres no está a la altura", indica Tur, y pone como ejemplo lo que sucedió después del asesinato de Laura Luelmo: "Abrías cualquier red social y estaban llenas de tuits y mensajes de mujeres. Casi ninguno de hombres, como si aquello no fuera con ellos".

Sastre concede que "en cinco años hemos avanzado mucho", pero todas coinciden en que la igualdad real entre géneros está lejos. "La clave está en la educación de los niños que ahora son pequeños", apunta Argudo, aunque cuenta una anécdota poco estimulante: "Ante mi casa hay un parque y siempre veo la misma escena: las niñas en un rincón haciendo sus cosas y los niños jugando al fútbol, gritando y ocupando todo el espacio público".

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