"La nueva ley de crédito inmobiliario tiene un error de libro. Solo protege al prestatario. Solo protege a los que ya están dentro, pero se deja fuera a bastante gente". Así lo ha advertido esta tarde el consejero delegado de la ST Sociedad de Tasación Juan Fernández Aceytuno durante la pronencia 'Análisis del Ciclo Inmobiliario 2014-2018 y Escenario 2019' que ha ofrecido en el primer Foro Inmobiliario de Diario de Mallorca celebrado en el club de este rotativo, un acto patrocinado por la ST Sociedad de Tasación, Engel&Völkers y Bohabi.

Fernández ha lamentado el modo en que se ha traspuesto la nueva norma -aprobada hoy en el Congreso- de una directiva europea: "En España lo paga todo el banco", ha señalado en referencia a los gastos de la hipoteca, lo que a su juicio las entidades van a repercutir de una u otra manera en los clientes. "No son ONGs", ha subrayado Fernández, quien ha remarcado que con esta normativa quedan desprotegidos los futuros prestatarios que verán cómo las entidades endurecen los requisitos para la concesión de créditos.

En cuanto a las perspectivas del ciclo inmobiliario ha lanzado un aviso: "La próxima crisis inmobiliaria vendrá de las grandes ciudades como Barcelona o Madrid. No será una burbuja, serán ampollas", dado el crecimiento que están experimentando los precios en estas capitales, a las que siguen muy de cerca Málaga y Palma. No obstante, según ha incidido de producirse otro boom "no será como el de 2007. Todos tenemos la crisis en el ADN y hemos visto sufrimientos. Ahora somos más prudentes". Un ejemplo: ahora hay unas 350.000 hipotecas por 350.000 transacciones, "tenemos un mercado débil pero sano", ha explicado. "Si hay más hipotecas que transacciones -como pasó en 2007- hay que empezar a preocuparse", ha abundado. Ha insistido en que para tomar un referente de los precios no es aconsejable comparar con 2007 "cuando nos dimos la bofetada", sino 2004, "el año sensato" y ha llamado a activar las alarmas si se superan mucho.

Fernández ha puesto además en valor la labor del tasador, que "no va en contra de usted", pero nunca va a valorar la rentabilidad de una casa y aceptar cualquier precio, "solo su valor intrínseco".