Los Missioners dels Sagrats Cors, conocidos como los Coritos, que residen en Lluc están en contra de tener que abandonar el Monstario tras 128 años gestionándolo. Califican la decisión de "precipitada" y no esconden su enfado por las formas en que se ha anunciado. Así se manifiestan tanto el prior de Lluc. "Es cierto que se comunicó al Obispado nuestra intención de dejar Lluc, pero no de forma tan rápida y precipitada", admitió ayer el padre Janer.

Ayer los Blauets salieron a cantar la Salve en la basílica como todos los díaslos Blauets salieron a cantar la Salve en la basílica como todos los días, tras la homilía oficiada por el padre Gaspar Alemany (vea las imágenes). El templo de Lluc estaba repleto de turistas ajenos a que estos días se está viviendo un hecho histórico en el venerado santuario con la marcha de la congregación que lo ha regentado desde 1881. No obstante, en el semblante de los Blauets, de los religiosos y de los profesores de la Escolanía de Lluc se notaba su contrariedad por la noticia hecha pública anteayer. El padre Alemany, después de su homilía explicó sus sensaciones personales: "Para mí ha sido una sorpresa muy grande. Podía prever que tendríamos que marcharnos de Lluc en un futuro, pero nunca en estos momentos y de forma tan precipitada".

En esta misma opinión se expresan personas vinculadas a la orden de los Missioners dels Sagrats Cors. Están conmocionados por la noticia de la salida de los sacerdotes del monasterio de Lluc, tras casi ciento treinta años de vinculación con el santuario mallorquín. Algunos de los afectados por la decisión achacan al superior de la orden, el visitador general padre Emiliano Velasco, su falta de sensibilidad con uno de los mayores símbolos de la religiosidad de la isla, junto a la Seu de Palma, y opinan que mejor hubiera sido abandonar otros lugares regentados por los misioneros.

Tal y como explicaba este rotativo ayer, una de las condiciones rubricada por el padre Joaquim Rosselló, fundador de los Coritos, es que los frailes de Lluc deben ser "hijos de Mallorca". Esta condición fue ratificada incluso por Roma hace 128 años y todavía hoy sigue vigente. No obstante, ello está suponiendo un problema ante la falta de vocaciones en Mallorca. De igual modo, desde la cúpula de la orden religiosa nunca se ha entendido que en Lluc los frailes tengan que tener pedigrí mallorquín.

Reunión urgente el lunes

Los integrantes de la comunidad de los Coritos que viven en Lluc fueron convocados el lunes a una reunión urgente en el Monasterio, pocos minutos antes de que la noticia de su abandono de Lluc saltara a los medios de comunicación. Ello tampoco ha gustado a los frailes Coritos de Lluc que han sabido que la posibilidad de que se marcharan del santuario hace mucho tiempo que está "en una orden del día" en la mesa de la Diócesis de Mallorca.

Los Coritos de Lluc advierten de una maniobra poco clara en todo este asunto y se alerta de una batalla interna entre ellos y el padre Josep Amengual, prior de La Real, que es el que ha tenido que ejecutar la orden de la Comunidad. Mientras, el Obispado se limitaba a agradecerles los servicios prestados y mostrar su "sorpresa". También descartan completamente que esta situación tenga nada que ver con lo ocurrido con el padre y exprior de Lluc Antoni Vallespir, que tuvo que ser apartado de la congregación tras una sentencia por presuntos abusos sexuales.

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