La última semana de febrero los mallorquines "se han animado" a viajar. Cuatro días seguidos de asueto, teniendo en cuenta que para los escolares el jueves 28 no es lectivo, son la excusa perfecta para hacer "circuitos", explica Antoni Abrines, responsable de la patronal de las agencias de viajes del archipiélago. Sale a colación el descuento de residente del 75%, que desde julio, tras su ampliación, ha revolucionado los traslados de los baleares, provocando picos importantes en la demanda de vuelos. Y por primera vez ha desbordado los traslados a Madrid en el puente de la Diada. También es posible, observa Abrines, que algunos residentes hayan adelantado sus vacaciones en un año en que la Semana Santa no se celebra hasta abril.

Un riesgo ante una fecha de tanta ocupación como la del próximo 28 de febrero es toparse con sobreventa de vuelos: lo mejor, ir con tiempo al aeropuerto y para los que aún esperan poder comprar un asiento, solo les queda confiar en que se liberen plazas de las reservadas por los grupos y encontrar una.