El Congreso de los Diputados ha respaldado por unanimidad la propuesta del Parlament balear de suprimir los aforamientos de sus 59 disputados autonómicos y de los miembros del Govern en un debate que no tendrá ninguna trascendencia, pero que ha servido a los diferentes grupos políticos para seguir tomando posiciones de cara a las elecciones generales del 28 de abril.

Juan Manuel Lafuente (PP), Vicenç Thomàs (PSIB) y Nel Martí (Més per Menorca) han defendido en el Congreso la reforma del Estatut de Balears para suprimir los privilegios que tienen sus políticos ante la justicia. Un paso necesario para la tramitación de esta iniciativa, pero sin trascendencia porque decaerá cuando se disuelvan las Cortes para la celebración de los comicios.

Lafuente ha sido el primero de los diputados de Baleares en subirse al atril del Congreso para defender la modificación del Estatut. "En España hay un excesivo número de aforados. Algunos han hecho un mal uso de esa condición y es percibida como un privilegio por la ciudadanía", ha argumentado el diputado autonómico del PP.

"Pero además choca con el artículo 14 de la Constitución que dice que todos los españoles son iguales ante la ley", ha añadido.

Hay más de 200.000 aforados en todo el Estado que tienen, entre sus prerrogativas, juzgados especiales en caso de que sean imputados por algún delito. Son políticos, jueces, fiscales y, en su mayoría, miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. "En otros países la figura del aforado o no existe, o son solo unas pocas personas", ha afirmado Thomàs.

Compartimos que es un privilegio procesal que atenta contra el principio de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley. Y es posiblemente inconstitucional", ha subrayado el diputado del PSIB.

Martí ha cerrado el turno de intervenciones de la delegación balear: "Los aforamientos debilitan y desprestigian la actividad pública, son vistos como privilegios anacrónicos y además son injustos. Es una figura evidentemente contraria al principio de igualdad que rige las democracias modernas".

Todos los grupos políticos del Congreso han apoyado, con mayor o menor entusiasmo, una iniciativa que en noviembre también recibió el visto bueno unánime del Parlament balear. Cataluña, la corrupción y las elecciones se han mezclado con los argumentos jurídicos en todas las intervenciones.

"Para nosotros esta iniciativa tiene un sentido especial porque nuestra Comunidad ha sido arrasada por la corrupción. Lo que el PP llamó eje de la prosperidad en Baleares y Valencia, se convirtió en el eje de la corrupción por culpa de una serie de prácticas delictivas que dejaron deudas que seguimos pagando", ha subrayado la ibicenca Sofía Hernanz, diputada por el PSOE.

Juan Pedro Yllanes, que ha intervenido para confirmar el visto bueno de Podemos, ha elevado el tono. "Esta propuesta supone un punto y final a la época de barbarie que vivió la Comunidad por el saqueo a la que le sometieron el PP y UM", ha destacado, al tiempo que ha repasado algunos casos de corrupción desde el 'túnel de Sóller' de Gabriel Cañellas hasta el caso de la policía local que implica a Álvaro Gijón. "Es el último aforado agarrado a sus privilegios", ha afirmado Yllanes.

El diputado ha sido el único que ha aprovechado su intervención para pedir al Gobierno central la aprobación del REB antes de que termine la legislatura.

Cs: "Los països balears son un animal mitológico"

El debate de la propuesta para suprimir los aforamientos de los políticos de Balears suscitó unanimidad entre todos los partidos políticos, pero eso no evitó algunos choques. Joan Tardà, portavoz de ERC, recordó que Balears "forma parte de los Països catalans". Fernando Navarro, que intervino en representación de Ciudadanos, le respondió en su turno de palabra. "Nos ha hablado de un animal mitológico, los països balears, que no sé lo que es", le espetó desde el atril.

Jordi Xuclà también apoyó la propuesta de Balears en representación del Grupo Mixto, pero recordó que su formación, el Partit Demòcrata, "no considera que los aforamientos sean un privilegio, sino una protección".

Muchos ponentes iniciaron sus intervenciones en catalán.