La familia corazonista, formada por antiguos blavets y otras muchas personas vinculadas a la orden de lo Misioneros de los Sagrados Corazones, está conmocionada por la noticia de la salida de los sacerdotes del monasterio de Lluc, tras casi ciento treinta años de vinculación con el santuario mallorquín. Algunos de los afectados por la decisión achacan al superior de la orden su falta de sensibilidad con uno de los mayores símbolos de la religiosidad de la isla, junto a la Seo de Palma, y opinan que mejor hubiera sido abandonar otros lugares regentados por los misioneros.

Ayer en Lluc se vivieron escenas de gran emotividad tras conocerse la noticia de que la presencia de la orden en la montaña sagrada acabará el próximo septiembre, si no se remedia antes la decisión tomada desde la cúpula de los Sagrados Corazones. "Hemos visto a profesores del colegio llorar a lágrima viva", explicaron testigos presenciales del gran impacto causado por la novedad.

Respecto a las causas de la salida, las fuentes informantes señalan que los motivos son el envejecimiento de los sacerdotes y la falta de vocaciones, dos males, que, por otro lado, afectan a casi todas las órdenes religiosas españolas o institutos de presbísteros.

CONTENIDO_RELACIONADO

  • La congregación de los Coritos abandona Lluc, el santuario de Mallorca
  • "Sorpresa y dolor" del Obispado ante la marcha de los Coritos de Lluc
  • Josep Amengual: "Dejamos Lluc para garantizar la continuidad del Santuario de todos los mallorquines"
  • La Diócesis asegura que la Escolanía de Lluc continuará funcionando

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO