Los hospitales públicos y los servicios de urgencias de atención primaria de Balears atendieron un total de 26.609 urgencias la pasada semana, 2.557 menos que la semana anterior. Por su parte, los centros de atención primaria llegaron a diagnosticar hasta 1.000 casos con síndrome gripal, 803 menos que los registrados la semana pasada, con 1.803 casos.

Según informó ayer la conselleria de Salud en un comunicado, del total de las urgencias registradas, 9.242 se atendieron en los hospitales de la red pública y 17.367, en las urgencias de atención primaria.

Asimismo, un 12,48 por ciento de las urgencias hospitalarias requirieron ingreso y el servicio de información 061 Salut Respon registró un total de 388 consultas telefónicas. Los motivos más frecuentes de las llamadas fueron consultas sobre fármacos, seguido de mareos, dolores de cabeza, dolores abdominales, vómitos y fiebre en adultos.

Según la Red Centinela de Gripe del Servicio de Epidemiología de Baleares, durante la semana del 4 al 10 de febrero, la tasa de gripe por 100.000 habitantes fue de 107,1, sensiblemente inferior a la registrada durante la semana anterior (del 28 de enero al 3 de febrero), que fue de 177,3.

La tasa balear es inferior a la estatal, que se situó en 206,2, y la actividad epidémica fue esta semana de nivel bajo de evolución descendente. "Es importante recordar a la población que ante una urgencia leve acuda a los servicios de urgencia de los centros de salud, dejando así las urgencias de los hospitales para los casos más graves", señalaron.

El Servicio de Salud activó el pasado 1 de diciembre el plan especial para dar respuesta al incremento de la actividad asistencial que se prevé para esta época del año a causa de la mayor incidencia de casos de gripe en los servicios de urgencias de los hospitales y en los centros de atención primaria.

Más camas

De acuerdo con este plan, se han abierto 45 camas en el Hospital Universitario Son Espadas, doce de la Unidad de Hospitalización a domicilio, 38 en Hospital Universitario Son Llàtzer y siete en el Hospital Can Misses.

Además, el incremento de estos dispositivos va ligado a la contratación de profesionales para adaptar los centros asistenciales a las necesidades de toda la población.