Un tribunal militar ha sancionado a tres guardias civiles de Mallorca que emitieron en el cuartel de Vilafranca, a todo volumen, el himno falangista de Cara al sol. Esta actuación ha sido calificada por los jueces como una falta grave, debido a que se trata de una conducta que afecta a la dignidad de la Guardia Civil.

Los tres sancionados son el sargento, que en el momento de los hechos era el máximo responsable del cuartel, y los dos agentes que estaban bajo sus órdenes. El suboficial ha sido sancionado con una suspensión de empleo de siete días, mientras que los dos agentes a sus órdenes han sido suspendidos con cinco días apartados de su actividad laboral.

Este incidente ocurrió el día 10 de octubre del año 2010. En esa fecha, según refleja la sentencia, en el cuartel de Vilafranca se estaba trabajando para organizar los actos de la festividad de Nuestra Señora la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, que se celebraba dos días más tarde. Los tres guardias sancionados estaban trabajando en la colocación de la instalación de megafonía del cuartel y realizaban las pruebas de sonido para el evento. Los aparatos de sonido los habían instalado en el despacho principal de la instalación militar. Según declaran probado los jueces, fue precisamente el sargento quien propuso a sus compañeros que realizaran una prueba de sonido reproduciendo el himno de la falange. El volumen de la canción fue tan alto que se podía escuchar perfectamente desde el exterior del acuartelamiento. La música falangista se escuchó durante un total de 52 segundos. Lo que no advirtieron los tres guardias civiles es que una persona desde la calle les estuvo grabando. En estas imágenes se observa, a través de una ventana, cómo los tres guardias civiles, que iban vestidos de paisano, en "actitud jocosa" extendían el brazo en el saludo falangista. La grabación circuló por WhatsApp y llegó a la Comandancia de Palma cinco meses después del incidente.

Los jueces militares tienen muy claro que se trata de un incidente disciplinario grave, por lo que la suspensión, que quedará reflejada en la hoja de servicios, está más que justificada.

En la sentencia se incide en que los tres guardias civiles eran muy conscientes de lo que estaban haciendo, que "era inoportuno y estaba fuera de lugar." Además, se valora que emitieran la música falangista a última hora de la tarde, con la excusa de que tenían que comprobar el funcionamiento de la megafonía del acuartelamiento. El tribunal considera que en esta prueba de sonido se podría haber utilizado cualquier otra música y no el himno falangista del Cara al Sol, una música que se califica de "paramilitar de connotaciones evidentes con el régimen dictatorial anterior". También se cuestiona que elevaran tanto el volumen de la música que desde la calle se podía escuchar perfectamente este himno, "causando la natural alarma y sorpresa" entre los vecinos de Vilafranca.

Se da la circunstancia que el sargento que protagonizó este incidente abandonó este destino en el cuartel de Vilafranca poco después. Fue destinado a otro cuartel de Zaragoza. Fue el único de los tres guardias que no aceptó la sanción.