Al pensar en matemáticos de nivel, algunos nombres brotan en las mentes de todos. La mayoría hombres. Clara Grima, una influencer de la divulgación científica, matemática y maestra en la Universidad de Sevilla, amplió esa lista de grandes mentes en la conferencia que dio ayer en el CaixaForum. Se valió de datos, humor, y mucho cine.

Grima abordó temáticas desconocidas para muchos como la computación, de la cual derivan grandísimas empresas como Facebook, Amazon, Twitter o el grandioso Google. Empresas que, afirmó, "dominan el mundo" y que están lideradas solo por hombres. La matemática dio una lección de cine y comedia con la que mostró a los oyentes que ciencias complejas como la programación tienen en su historia nombres femeninos.

Con el filme Figuras ocultas dio a conocer a Catherine Johnson, una mujer de color que ayudó a poner órbita por primera vez a un cohete. No faltaron en la conferencia las referencias a Joan Clarke, colaboradora del matemático que descifró la máquina Enigma en la Segunda Guerra Mundial, ni a Mileva Meric, esposa de Albert Einstein, que trabajaba a su lado aportando sus destacadas capacidades con los números.

Sin intención de minusvalorar el trabajo de la mayoritaria presencia masculina en las matemáticas, Grima hizo un llamado a la reflexión: "Tú quieres ser lo que crees que puedes ser", comentó. La poca presencia de la mujer en las ciencias, e incluso en el cine, genera una falta de referentes que se refleja en el bajo porcentaje de mujeres en este tipo de estudios, explicó. En la Universidad de Sevilla, donde ejerce como docente, hay cuatro ingenierías. Tres de ellas presentan en torno a un 7% de mujeres, mientras que la llamada Ingeniería de Salud, presenta un 53% de estudiantes de género femenino. "Es la palabra Salud", afirmó divertida.

Clara Grima despertó curiosidades en los oyentes, entre las que destacó la pregunta acerca del motivo por el cual las mujeres, que estuvieron muy presentes en los inicios de la programación, desaparecieron de dicho ámbito. Grima respondió con los resultados de un estudio que relaciona el descenso de la participación de ellas con la llegada de los portátiles a las casas. Parece que en ese momento se asoció el ordenador a un "juguete de niño".