Las nuevas furgonetas y furgones diésel no quedarán prohibidos en Balears hasta 2035, a diferencia del límite establecido para los turismos, de 2025, según se ha destacado desde la conselleria de Movilidad para frenar la alarma que estaba cundiendo entre las empresas de distribución de alimentos.

Desde este departamento autonómico se señaló ayer que la preocupación expuesta por la patronal de este colectivo empresarial no está justificada, dado que finalmente se ha optado por flexibilizar algunos plazos en la ley que el Parlament aprobó el pasado martes, entre ellos el que afectaba a los citados vehículos profesionales.

Previamente, el presidente de la citada asociación empresarial, Bartolomé Servera, había denunciado la enorme inseguridad que se estaba imnponiendo entre los distribuidores, al pensar que se veían afectados por la prohibición a partir de 2025. Al conocer las aclaraciones de la Conselleria, no ocultó que estas empresas se iban a sentir aliviadas.

El representante de esta asociación empresarial había indicado en un primer momento que ese temor se debía a que los fabricantes consultados habían señalado que en estos momentos no existen alternativas en motorizaciones de gas o eléctricas para estos vehículos de reparto, según afirmó Servera, que destacó además que se había pedido una reunión con el conseller de Movilidad, Marc Pons, para analizar estas cuestiones.

El presidente de la patronal de distribuidores había puesto de relieve que "2025 ya está encima, y en estos momentos las empresas de nuestro sector no saben cómo planificar las renovaciones de su flota", lo que explicaba la "enorme incertidumbre" que se había generado.

En cualquier caso, Servera defendió la necesidad de adoptar medidas para reducir los niveles de contaminación y preservar el medio ambiente.