P La ley de Cambio Climático se ha aprobado pero queda la incertidumbre de lo que dirá sobre ella la Comisión Europea.
R La certeza que nosotros tenemos es que hemos hecho una ley que entra dentro de nuestras competencias, que es una ley proporcional y que va hacia donde van las directrices europeas. Otros países están en esa línea, legislando igual sin sanciones de la Comisión. Detrás de la redacción de la ley hay un trabajo exhaustivo de la Abogacía para garantizar que se ajusta perfectamente a la legalidad.
P Las dudas de la Comisión, la carta del presidente de la Comisión Nacional de la Competencia y el endurecimiento de la postura del PP sobre la ley. ¿Los lobbys han entrado en acción?
R No es casual que sea el presidente y no el consejo de la Comisión de la Competencia el que envíe la carta y que lo haga justo un día antes de la votación. ¿Por qué y en base a qué intereses? Por otra parte el PP compartía el grueso de la ley, mantenía sólo enmiendas parciales e incluso durante la comisión se les aceptó varias enmiendas. Sorprendentemente salen ahora como si fuera una ley diabólica. El lunes no hacía todavía dos minutos que había llegado la carta al registro y el PP ya la tenía en sus manos. Que cada uno saque sus propias conclusiones.
P Las principales marcas tienen calendario para lanzar nuevos coches eléctricos. ¿Entiende el motivo de sus reticencias?
R Se pueden entender las reticencias al cambio de aquellas marcas que están apostando por nuevos modelos de gas, de gasolina o de diésel. Pero están apostando por el pasado en lugar de por el futuro. Hay que encarar el cambio climático y no se puede afrontar la transición en el último momento. Si la transición no se hace con tiempo, si los fabricantes no adaptan sus plantas es cuando será un drama. Tienen la oportunidad de ponerse a la vanguardia. Si no lo hacen, la realidad les pasará por encima.
P Los concesionarios de las islas alertan que lo que puede provocar su ley es que acaben circulando coches gasolina y diésel más viejos y contaminantes.
R La realidad es que a día de hoy los particulares compran más coches de gasolina que diésel. Un 70 por ciento frente a un 30 por ciento. Como Govern no descartamos que en un futuro pueda haber planes de renovación de vehículos. Pero eso ya tendrá que ser la próxima legislatura. Hasta ahora siempre los ha hecho el Ministerio pero podríamos hacerlo desde el Govern. Están los fondos de transición energética que si se desbloquean y llegan a las comunidades los podríamos utilizar para eso.
P Para permitir esa transición, los próximos años quieren llegar a los 1.000 puntos de recarga eléctrica en Balears. Aun así seguirían siendo insuficientes para el parque automovilístico.
R Nosotros hemos cumplido con nuestro papel y hemos sacado cuatro líneas de subvención para que haya una red básica de recarga: más de 1.000 puntos de recarga rápida o ultrarrápida, que significa que puedes recargar tu coche en menos de quince minutos, más o menos el tiempo que puedes estar hoy para repostar en una gasolinera. Ahora también deberá haber una apuesta del sector privado. De todos modos también debe haber un cambio en el actual modelo de transporte y movilidad.
P ¿Quiere decir que también se trata de que haya menos coches?
R Y no sólo es apostar por el transporte público, también por la movilidad sin motor, por moverse a pie o en bicicleta. Son los objetivos que se establecen en el Plan de Movilidad del Govern.
