El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), José María Marín Quemada, ha remitido un escrito al presidente del Parlament, Baltasar Picornell, en contra de la Ley de Cambio Climático y Transición energética que aprobará mañana el pleno del Cámara balear. En la misiva, que se ha registrado esta mañana en el Parlament, Marín muestra su rechazo a la prohibición de los vehículos diésel, una medida que a su juicio "parece no ajustarse a los principios de buena regulación" y puede perjudicar a la actividad económica.

El presidente de la CNMC transmite a Picornell la "disponibilidad" de este organismo "para ayudar a que la norma sea plenamente coherente con los objetivos perseguidos minimizando el perjuicio negativo sobre la actividad económica". En concreto, le recuerda la "posibilidad de que la CNMC participe mediante informe en el proceso de tramitación normativa".

La respuesta a este escrito ha llegado de inmediato por parte del PSIB, que ha dejado claro que no retirará la Ley como minutos antes había pedido el líder del PP balear, Biel Company. El diputado socialista Damià Borràs, ha tildado de "extemporánea" la misiva y ha incidido en que "la CNMV se pronuncia a través de sus acuerdos, que son públicos, y esto no es un acuerdo, sino una oferta del presidente para ayudar a arreglar algo de la ley con lo que él no está de acuerdo".

Junto a ello, ha afirmado que la CNMC tiene en efecto la "posibilidad legal de intervenir en los procesos de tramitación administrativa, pero no la obligación de hacerlo" y hasta hoy, a solo un día de que el Parlament apruebe la Ley, "no se le ha oído decir nada".

"Una vez aprobada, no hay posibilidad de que interfiera con la Ley", ha dicho Borrás quien ha añadido que en todo caso eso ya correspondería a los tribunales. Junto a ello, ha rechazado los argumentos del presidente de la CNMC recordando que la Ley que se aprobará mañana fija para 2025 el que no se pueda vender ni entrar en Balears ningún "nuevo vehículo con motor diésel", pero los ya existentes podrán seguir circulando hasta 2050, es decir "31 años", por lo que no provocará los perjuicios económicos que prevé Marín Quemada.

Poco antes Biel Company había pedido la retirada de esta Ley a la vista de las reticencias de varios organismos, a la que ahora se suma la de la CNMC. "El pacto vende esta ley como pionera, pero la realidad es que es suicida para la economía balear y para los trabajadores que dependen de este sector", ha afirmado el líder del PP balear.