El juzgado de instrucción 11 de Palma dictó ayer, a petición de las autoridades judiciales colombianas, un auto de ingreso en prisión de Carlos García Roldán, el presunto cerebro de la mayor supuesta estafa inmobiliaria de Mallorca y que esta semana fue detenido en la ciudad colombiana de Buga. Desde Colombia se informó de que no bastaba con la orden internacional contra el dueño del grupo Lujo Casa para fundamentar su ingreso en prisión preventiva en espera de recibir la demanda de extradición.
El pasado agosto el juzgado de guardia ya dictó la prisión preventiva, sin fianza, de dos presuntos cómplices de García Roldán, el dueño de la inmobiliaria Mallorca Investment, Michele Pilato, y el constructor José Antonio Mir.
Ambos fueron detenidos por la Policía Judicial de la Guardia Civil de Algaida e ingresaron en la cárcel de Palma acusados de estafa agravada por la cuantía, el número de afectadosnúmero de afectados, y por ser un bien de primera necesidad, blanqueo de capitales, organización criminal y alzamiento de bienes.
A Pilato la Audiencia le ha denegado hace poco la libertad por el elevado riesgo de fuga y a Mir le acaban de rebajar la fianza de 50.000 a 30.000 euros para poder salir de prisión.
García Roldán está acusado de los mismos delitos y es considerado el presunto cerebro de una trama que, durante dos años, captó más de siete millones de euros de unas 240 personas que firmaron contratos de compra de pisos o chalés sobre plano.
El juzgado de instrucción 11 de Palma lleva días trabajando intensamente para evitar que el juzgado de Colombia ponga en libertad a García Roldán y éste protagonice una segunda huida. Una de las medidas adoptadas ayer en ese sentido fue el auto de ingreso en prisión reclamado desde Colombia. Se encuentra en una cárcel de Bogotá, a donde fue trasladado tras su arresto en Buga.
De momento no ha trascendido si el dueño de Lujo Casa aceptará su entrega voluntaria a España o se opondrá a la extradiciónaceptará su entrega voluntaria a España o se opondrá a la extradición. En este segundo supuesto, su regreso podría demorarse meses, incluso más de un año, según han aventurado abogados personados en la causa.
Carlos García Roldán, de 46 años, barajó el pasado septiembre entregarse voluntariamente a la Justicia española, pero desistió de dar ese paso por miedo a entrar en prisión y a recibir una elevada condena privativa de libertad.
Derecho internacional
El fugitivo contactó por teléfono con su antiguo abogado mallorquín, al que pidió que le representara en la causa abierta en instrucción 11. No hubo acuerdo porque el huido aseguró no disponer de fondos para pagar los servicios del letrado.
Tras su detención, ni García Roldán ni familiares suyos residentes en Cataluña se han puesto en contacto con este abogado, al que muchos compañeros llaman por teléfono pensando que sí defiende al presunto estafador.
Roldán tendrá que contratar un abogado colombiano o español experto en derecho internacional si quiere retrasar su entrega. Si finalmente es extraditado a Mallorca deberá contar con un penalista privado o ser defendido por un letrado de oficio, lo que sería un trabajo extraordinario, dada la cantidad de afectados y la complejidad del caso.
Por otro lado, en Palma siguen testificando las decenas de presuntos afectados por la estafa.
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