El vicepresidente de la Comisión Europea, Jyrki Katainen, matizó ayer que el Ejecutivo europeo aún está pendiente de analizar la ley balear de Cambio Climático que se aprobará el próximo martes y que prohibirá la venta de nuevos coches diésel en las islas a partir de 2025 y que, por ello, aún no cuentan con “una postura clara” sobre esta norma del Govern.

Con estas declaraciones, el vicepresidente de la Comisión enfría un futuro apoyo de Bruselas a la norma balear después de que el representante del ejecutivo comunitario en Cataluña y Balears, Ferran Tarradellas, tildara el lunes en Palma en declaraciones a este diario de "interesantes" y "muy ambiciosas" la ley de Cambio Climático y de Residuos del Govern y señalara que "que haya unos objetivos comunitarios no es en ningún caso un obstáculo si alguien quiere ir más lejos. Si alguien quiere ir más allá de nuevos objetivos, fantástico", al ser preguntado por el adelanto al calendario comunitario con el veto en 2025, unas declaraciones que quiso aclarar en una carta en este diario.

La ley de Cambio Climático, que la Comisión Europea ha admitido a trámite para poder examinarla después de la reclamación de la asociación nacional de fabricantes de coches Anfac, contempla la prohibición de la venta de nuevos vehículos diésel en 2025 y de todos los automóviles, motocicletas, furgonetas que utilicen combustibles fósiles desde 2035, para reducir las emisiones.

Precedente de Dinamarca

Katainen señaló la importancia de que las administraciones adopten medidas para enfrentarse al cambio climático: "Siempre animamos a los países miembros a tomar acciones para afrontar el cambio climático", defendió el comisario, que no obstante pidió que todas ellas "sean acordes con la regulación del mercado único". En este sentido, recordó que Dinamarca informó a la Comisión de "una propuesta similar" y que su respuesta fue que "un Estado miembro no puede hacer restricciones a productos que cumplen con la regulación europea".

"Tenemos que asegurarnos de que el mercado único funciona sin fricciones", remarcó Katainen. En todo caso, el comisario reconoció que existe "mucho espacio para que las regiones adopten restricciones particulares", y puso el ejemplo de las limitaciones de algunas ciudades para el uso del coche, las cuales celebró. "Hay ciudades que tienen restringido el uso del coche en el centro, y está bien. Pero no tenemos una postura clara todavía sobre la propuesta de Balears porque no la hemos estudiado", quiso zanjar el tema.