El Govern va a destinar 50.000 euros para impulsar la creación de los centros comerciales urbanos, una vieja reivindicación del sector, y desactiva así el frente empresarial que las patronales del ramo pretendían crear para protestar, principalmente, contra una política turística que conlleva fuertes restricciones al alquiler vacacional. Eso supone que en apenas 24 horas (desde que Diario de Mallorca informó de las reuniones que se estaban manteniendo para organizar esa protesta) la conselleria de Trabajo y Comercio ha desactivado lo que podía ser una 'bomba política' a menos de cuatro meses de las elecciones autonómicas.

Este trabajo de 'desactivación' no ha resultado inocuo, y ha conllevado durísimas presiones, internas y externas, contra uno de los impulsores de la citada iniciativa empresarial, el presidente de la patronal Afedeco, Toni Gayà, hasta el punto de que fuentes próximas a él apuntan a que en algún momento ha llegado incluso a plantearse dejar el cargo.

La publicación el pasado lunes de que se estaba gestando una alianza de patronales vinculadas al comercio, a la restauración y al alquiler vacacional en contra de la citada política turística, en un momento en que las reservas hoteleras para el próximo verano muestran un apreciable descenso, provocó la inmediata intervención del citado departamento autonómico, que ese mismo día inició contactos con diferentes representantes de algunas de estas organizaciones empresariales.

El primero en distanciarse de esta iniciativa crítica con el Govern fue el presidente de la patronal de restauración de Mallorca, Alfonso Robledo, que era también el que había jugado el papel menos activo, dado que solo se había comprometido hasta ese momento a reunirse con las otras organizaciones empresariales antes señaladas para analizar la protesta que se quería poner en marcha, y que inicialmente iba a consistir en una rueda de prensa conjunta para expresar el citado malestar.

Dado que desde el Govern se asume su limitada influencia sobre la patronal de comercio Pimeco (se recuerda que su presidente, Antoni Fuster, fue candidato al ayuntamiento de Palma de El Pi) y sobre la asociación de viviendas vacacionales (Habtur), se optó por no ejercer presiones en ambos casos, y ello a pesar de que el primero que planteó crear el frente crítico fue Fuster.

Eso convirtió a Gayà en el objetivo principal. Ciertamente, la actuación de éste ha sido criticada en primera instancia por haber abierto conversaciones sobre ese tema con Pimeco sin haberlo puesto en conocimiento de su Junta, algo que algunos achacan a que lleva poco en el cargo y a que está "verde".

La reunión interna en Afedeco celebrada ese mismo lunes por la tarde fue notablemente tensa, con duros ataques de alguno de sus responsables contra Gayà, especialmente por parte del área de los supermercados. Desde el Govern se había contactado antes con ellos para recordarles que se había consensuado muchas de las leyes aprobadas en esta legislatura.

El martes por la manaña se dio la puntilla al amago de revuelta. En una reunión celebrada en la conselleria de Hacienda, a pocos metros del Parlament, el conseller de Trabajo, Iago Negueruela, cerró un acuerdo con los presidentes de Afedeco y de Pimeco para aportar una financiación de 50.000 euros a la Cámara de Comercio (la Comunitat Autònoma no puede dar ese dinero directamente a esas patronales) con los que se darán los primeros pasos para la creación de los Centros Comerciales Urbanos.

Esa medida supone adoptar iniciativas comunes, en aspectos como la promoción, para reactivar al pequeño comercio de esos puntos, y se apunta a que la primera de estas actuaciones podría realizarse en el eje Vía Sindicat-Velázquez.

La foto de lo que algunos consideran un agravio a Gayà

La patronal CAEB presentó el lunes un estudio sobre el sector del comercio en un acto al que asistieron la presidenta balear, Francina Armengol, y la directora general del ramo, Pilar Sansó. Entre los invitados estuvo también el presidente 'rebelde' de la patronal Afedeco, Toni Gayà, que ciertamente informó de que llegaría al acto con cinco minutos de retraso. Pese a ser un estudio sobre su sector, se le sentó en segunda fila, detrás de la presidenta de CAEB, Carmen Planas. Por contra, junto a Armengol y Sansó se situó Rafael Ballester, anterior presidente de Afedeco, actual vicepresidente de CAEB, asesor del PSOE y al que algunos apuntan como colaborador de Iago Negueruela a la hora de diseñar el pacto que ha permitido evitar la protesta de las patronales sectoriales.