La presidenta del Govern, Francina Armengol, se encuentra hoy en Bruselas con el fin de reforzar el frente común con sus homólogos de Cerdeña y Córcega, Gilles Simeoni y Francesco Pigliaru, en defensa de la insularidad ante la UE. El objetivo es lograr que la UE no distinga a la hora de de decidir sus ayudas entre regiones ultraperiféricas, como Canarias, y las que no lo son y que por este motivo reciben menos fondos.

La postura que defiende Armengol, junto a Simeoni y Pigliaru, es que las dificultades de las islas son idénticas con independencia de su distancia del continente, por lo que reclaman el mismo estatus al plantearse el hecho insular no sólo en lo que se refiere al reparto de fondos de financiación como los Feder, sino también en cuestiones como el transporte en el que la presidenta del Govern incidirá especialmente.

Los frentes para lograrlo son conseguir que los Gobiernos de los países a los que pertenecen estas islas (Francia, Italia y España) asuman este criterio como propio a la hora de negociar en la UE el reparto de los fondos europeos. A su vez, los tres presidentes reclamarán directamente a la UE esta postura, para lo cual hoy por la tarde mantendrán una reunión en Bruselas con la comisaria europea de Asuntos Regionales, Corina Cretu.