Los más de cien alumnos asistentes se mostraron muy participativos durante toda la sesión. Paula Camiña Pinós y Andrea Ferreira Belgada, ambas del colegio Virgen del Carmen, manifestaron sentirse impresionadas por los datos y el testimonio de Jordi San José. "Escuchar su historia, y el miedo que tuvo al principio al rechazo me ha cautivado y ayudado a romper prejuicios que tenía", comentó Paula.
Andrea Ferreira, por su parte, explicó que antes de la charla no tenía claros los límites de las conductas de riesgo, ni sabía exactamente cómo se transmitía. El experto en la materia lo dejó claro: fluidos sexuales, contacto sanguíneo (agujas, heridas) y la herencia derivada del embarazo son la vías definidas.
De las dudas destacadas el concepto de "indetectabilidad" marcó la charla. Dicha idea coincide con dos fases de la infección: en la primera, cuando el virus no se ha desarrollado, y en la tercera o de latencia. En esta última, un buen tratamiento consigue mantener el virus controlado y sin riesgo alguno de transmisión.
Otro dato curioso fue el origen del virus. Badía propuso a los estudiantes tres animales: caballos, simios y felinos. Algunos se decantaron por los caballos, pero en general lo sabían: el virus saltó de los simios a los humanos, y fue a principios del siglo XX.
En la sesión no se ha obvió la diferencia entre VIH y sida, remarcando que el segundo es una etapa del primero. En dicha fase, la última, el sistema inmune está muy débil y el organismo se infecta con facilidad. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, muchos pacientes consiguen no llegar a ella y mantenerse en latencia.
