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Febrero, la travesía del desierto

Los sectores más vinculados al consumo se enfrentan a las semanas con los niveles de actividad más débiles del año

Los bares y restaurantes señalan a febrero y noviembre como los peores meses del año. M. Mielniezuk

Restaurantes que acaban el mes con pérdidas y comercios que cierran sus puertas durante algunos días haciendo un 'cero', es decir, sin haber ingresado un solo euro. Ese es el perfil del mes de febrero para algunos de los sectores empresariales con una mayor dependencia del consumo directo que realizan las familias de Mallorca y sus visitantes. Solo que este año el miedo ante lo que viene se agrava porque los resultados de enero, especialmente en el sector comercial y en el marco de sus rebajas, han sido muy inferiores a los que se había previsto.

La dureza de febrero para el sector comercial es expuesta por los presidentes de sus patronales Afedeco y Pimeco, Toni Gayà y Antoni Fuster respectivamente. Porque la dependencia del consumidor local, todavía débil, es especialmente intensa, y la demanda no va a comenzar a elevarse hasta bien entrado marzo con la llegada de turistas, que además durante 2019 se espera más floja debido a que la Semana Santa no se va a celebrar hasta abril y a que los datos de reservas son negativos en relación a 2018.

El pesimismo de los comerciantes se agrava por los malos resultados de las rebajas de invierno, con una explicación simple: "El sector lleva en rebajas permanentes desde noviembre", coincidiendo con la celebración del Black Friday. Desde esa fecha y a lo largo de diciembre, las ofertas y descuentos, aunque sea con carácter puntual, han sido una constante.

El resultado ha sido que en otoño, cuando la demanda de prendas de abrigo se inicia y se puede vender con el máximo margen de beneficio, o durante la campaña de Navidad, se han aplicado recortes en los precios y en ese margen, y cuando ha llegado enero y ha tocado vaciar las tiendas del stock sobrante, ofertando descuentos, apenas se ha vendido porque las compras se habían hecho previamente. Una encuesta realizada por Afedeco refleja el pesimismo que se ha implantado en el sector.

El comercio llega a sus semanas más duras con menores reservas económicas con las que hacer frente a esa travesía por el desierto que es febrero y la entrada en marzo. Todo ello hace pronosticar que muchas empresas del sector se van a ver obligadas a recurrir al crédito bancario para conseguir liquidez y poder salir adelante.

Las patronales de comercio insisten en la necesidad de volver a regular las rebajas, aunque sin ocultar que se trata de una batalla perdida por la política liberalizadora impulsada desde Bruselas.

También son semanas duras para la restauración, según reconoce el presidente de su asociación empresarial en Mallorca, Alfonso Robledo. En el caso de este sector, dos son los meses 'negros' del año: noviembre y febrero. Durante esas semanas, los ingresos de algunos de estos establecimientos son apenas la mitad de los que se pueden obtener en meses 'medios', como mayo o junio, sin necesidad de compararlos con las puntas de julio y agosto.

Robledo señala que en estas fechas muchos restaurantes están viviendo de los ingresos obtenidos durante los fines de semana, y muy especialmente los domingos, especialmente en la part forana, ante la débil afluencia de clientes durante las jornadas laborables.

Por ello no duda en afirmar que febrero y noviembre son meses que muchos de estos negocios cierran con pérdidas, que se deben de compensar con los beneficios que se registran cuando comienza la temporada turística.

El agravante de este año, según las patronales, radica en la ausencia de los turistas de alquiler que en ejercicios anteriores paliaron ese descenso del consumo.

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