"Lo importante no son los números, es lo que hay detrás de cada persona que llama", señala Marià Gastalver, presidente de la entidad, que apunta que en las llamadas atendidas han constatado cómo el gran problema es la soledad. "Es una realidad presente. El 32,5 por ciento de las personas que nos llaman se encuentra en esta situación", observa. Por ello, en la soledad de algunas personas, es donde quiere poner el acento este año la entidad.

Para Gastalver, lo alarmante es que ocurra "en una sociedad donde estamos cada vez más conectados". De hecho, señala que "no saber gestionar esa megaconexión" o el hecho de "vivir en una sociedad en la que siempre vamos acelerados" nos aisla. "La solución es comunicarnos, el habla". Precisamente, ahí es donde entra el Teléfono de la Esperanza.

Detrás de la soledad, otras causas de las personas que acuden al Teléfono de la Esperanza son personas con crisis en sus proyectos vitales (12,5 por ciento), estados de depresión (21,5 por ciento) así como trastornos de ansiedad u obsesiones (12,2 por ciento).

Un suicidio cada tres días

El último año de los que se tienen datos, 2017, se quitaron la vida 103 personas en Balears. Un suicidio cada tres días. El Teléfono de la Esperanza no tiene contabilizadas cuántas vidas salva. Las llamadas son anónimas y es imposible hacerles un seguimiento. Sin embargo, tienen constancia de su "eficacia": "Tenemos índices para ello, como el hecho de que haya gente que vuelva a llamar, personas que se vuelven asiduas e incluso dependientes y otras que vienen y acaban participando en nuestros cursos", explica desde la entidad Lino Sala.

Según los datos con los que cuentan, entre las personas que llaman al Teléfono de la Esperanza se ha ido igualando el número de hombres y mujeres, cuando, explican, "antes de cada cinco llamadas, cuatro eran mujeres y sólo una era un hombre". "La razón es que los hombres ahora se atreven a hablar, a mostrarse vulnerables", señalan. El segmento de edad que más acude al servicio es la franja que va de los 36 a 55 años. Si bien el año pasado registraron cinco llamadas de adolescentes de menos de 18 años con ideas suicidas.

80 por ciento son solteros

El registro del Telefóno de la Esperanza refleja también que más de un 80 por ciento de las personas que llaman, son personas sin pareja: un 58 por ciento, solteros; un16 por ciento separados y un 8 por ciento, viudos. Mientras que en el caso de casados o parejas de hecho baja a un 14 y 3 por ciento respectivamente.

En la actualidad el Teléfono de la Esperanza cuenta con 35 voluntarios a los que próximamente se le sumarán 8 nuevos voluntarios formados. Desde la entidad, lamentan las dificultades para cubrir todos los turnos pero aseguran que con los nuevos voluntarios ya "cubriremos casi todos los turnos" y destacan que el servicio lleve ya funcionando en el archipiélago desde hace 33 años sin ninguna retribución económica. Desde la entidad recordaron que además de la intervención telefónica, trabajan en campañas de prevención y en formación.