Es la boda del año. Rafa Nadal y Maria Francisca Perelló sellarán su amor después de casi 14 años de relación. La pareja se casará este otoño en Mallorca tal y como confirmaron a la revista ¡Hola! fuentes cercanas a la familia. Según relata la publicación, se comprometieron el pasado mes de mayo en Roma, donde el tenista le pidió matrimonio a su novia de toda la vida. Xisca (o María o Mery) acompaña a Rafel siempre que puede a los torneos. La competición de la capital italiana se celebró entre el 14 y el 20 de mayo de 2018. Por octava ocasión, el campeonato sonrió al deportista mallorquín, pues se alzó con el triunfo y recuperó el número uno en el ranking mundial.

Diez meses después del compromiso, no han trascendido más detalles del enlace. María Francisca no luce anillo de pedida, pero desde hace unos meses se ha dejado ver con un colgante con un solitario, recoge la publicación, una joya que podría ser el regalo de compromiso.

Conociendo a la pareja, será una boda marcada por la discreción, celebrada en familia y con la camarilla habitual de amigos (ambos comparten amistades). Aunque no se descarta que al evento se acerquen algunos de los mejores tenistas del mundo y quizás algún miembro de la Familia Real, con la que el tenista mantiene buena relación.

Tomeu Català es uno de los que suena como posible oficiante del enlace. En cuanto al vestido, la novia tendrá quien le pueda aconsejar: su amiga y futura cuñada ha puesto en marcha su propia firma de moda y una tía de Rafa, Marilén, también diseñó una colección.

María Francisca, también de Manacor, conoció a Rafa cuando tenía 17 años. Era compañera de clase de Maribel, la hermana del tenista, en el colegio Pureza de María del municipio. Por entonces, el deportista contaba con 19 años, ya cosechaba importantes triunfos en las pistas de tenis y su vida se iba conformando como la de un deportista de élite. Fue en el Roland Garros de 2005 cuando se les fotografió juntos por primera vez2005 cuando se les fotografió juntos por primera vez. Cuando puede, Mery viaja con él y su equipo. Por eso, es habitual verla en las gradas de los partidos junto a la madre y la hermana del jugador. Pese a ello, respetan sus espacios personales y sus trabajos. La pareja no se prodiga en exceso por las fiestas de los torneos. Son reservados con la prensa y se protegen de los paparazzi. No obstante, han sido cazados en algunas ocasiones a bordo del Beethoven, el barco del tenista en el que se escapan para disfrutar de unos días de vacaciones.

Así es Xisca Perelló

Mery es mucho más que la novia del manacorímanacorí. Precisamante, es directora de Proyectos y responsable de las labores de ámbito social de la Fundación Rafa Nadal, presidida por su suegra, Ana María Parera. Quienes la conocen aseguran que es discretísima, sencilla, tímida y detallista. También era buena estudiante.

Es hija del constructor local Bernat Perelló y de la funcionaria en el departamento de Actividades del Ayuntamiento de Manacor María Pascual. Se licenció en Administración y Dirección de Empresas por la UIB. Hizo prácticas en el departamento de Comunicación de Endesa. Después se marchó a vivir un año a Londres para especializarse en marketing que estudió en la escuela de idiomas de Manacor.

En 2011, fue contratada por Mapfre y estuvo en el complejo de la Copa del Rey de Vela. Fue entonces cuando Diario de Mallorca explicó que no le gustaba nada que la llamaran "Xisca". Ahora se conoce que su entorno la llama Mery. Un nombre que finalmente y tras su insistencia se ha impuesto en la prensa, con la que evita un trato directo.

En estos momentos, la pareja se está construyendo un chalé en la zona de Porto Cristo.

Su última aparición pública fue en la final del Open de Australia, en la que el tenista manacorí sucumbió al del serbio Novak Djokovic. Desde las gradas, Mery animó a Nadal y celebró con entusiasmo cada punto.

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