El dueño de un bar de alterne de Formentera tendrá que dar de alta forzosamente en la Seguridad Social a ocho mujeres que trabajaban en ese local, según ha dictaminado en una sentencia la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia.

Los hechos se remontan a la medianoche del 18 de abril de 2015, cuando se presentaron en el local inspectores de trabajo y miembros de la Guardia Civil.

En el bar había ocho mujeres, con las que hablaron los funcionarios actuantes. Las interrogadas explicaron que se dedicaban a alternar con los clientes hasta la madrugada y que iban a comisión con el dueño del bar. Cuanto más bebidas consumían los clientes, más dinero ganaban las trabajadoras.

Los inspectores comprobaron que ninguna de las empleadas estaban dadas de alta y la Seguridad Social obligó al propietario a contratarlas formalmente.

El dueño del bar recurrió administrativamente esa medida y la Seguridad Social se reafirmó en su postura. Después acudió a los tribunales.

El TSJB da credibilidad a lo declarado probado por los funcionarios actuantes, frente a las tesis del demandante.

Según la sentencia, las mujeres trabajaban bajo las órdenes y organización del dueño y no eran autónomas. El hecho de que la comisión la abonaran los clientes o luego el propietario era indiferente para la relación laboral.

La parte demandante tenía que haber acreditado la condición no laboral de aquellas mujeres.