La Ley de Residuos fue aprobada ayer por el Parlament con el claro objetivo de declarar la guerra al plástico a partir del año 2021. Se prohibirán los envases y utensilios de un solo uso y que no sean reciclables o compostables. Es el caso de bolsas de plástico, platos y vasos de cumpleaños y las cápsulas de café y de otros alimentos. El Govern proponía que todas estas prohibiciones entrasen en vigor el año que viene, pero las negociaciones entre los grupos políticos han retrasado aplicar las medidas un año. El Pacto de Izquierdas sacó adelante la medida, mientras la oposición optó por la abstención. El GOB, Fundació Deixalles, Amics de la Terra y la totalidad de entidades ecologistas y del sector de los residuos aplaudieron la nueva norma aprobada por el Parlament. Desde Pimem la calificaron de "demasiado ambiciosa".

Mediante esta la Ley de Residuos se prohibirá las bolsas íntegramente de plástico y solo se permitirán las que contengan un 50% de plástico reciclado y un 70% a partir de 2024. En cualquier caso, se exigirá el cobro de la bolsa y se emplaza a los comercios al uso de materiales no agresivos. Ello supone, de facto, la prohibición de las bolsas de plástico tradicionales en todo el territorio balear.

La venta y distribución de platos, cubiertos y vasos de un solo uso, lo que se conoce como los platos de cumpleaños, quedarán prohibidos también a partir de 2021. Solo se permitirán los que sean compostables y han sido fabricados con materias orgánicas. La gran batalla han sido los envases, especialmente las cápsulas de café, infusiones o de caldo, ya que en Balears no se podrán comercializar de aluminio como hasta ahora. Deberán ser de materiales reciclables o compostables. También se prohibirá la venta de toners y cartuchos de impresoras y fotocopiadoras que no sean recargables. Asimismo, los palos de higiene auditiva, los de caramelos y las pajillas de bebida también deberán ser de materiales reciclables o compostables.

Las fuertes presiones de las multinacionales también han hecho rebajar las medidas, aspecto que desde Podemos han denunciado en varias ocasiones y han criticado que sus socios del Pacto hayan claudicado en algunos aspectos. Una de estas medidas que se han maquillado ha sido la prohibición de la venta de maquinillas de afeitar desechables, ya que pretendían que a partir del 2021 ya no pudieran comercializarse en las islas. Ahora se aplaza hasta el año 2025 en que todas las maquinillas de afectar deberán ser recargables. De igual modo, se pretende que un 10% de las piezas de vehículos de desguace sean reutilizadas y crear un mercado de segunda mano de los recambios del automóvil.

El conseller Vicenç Vidal insistió en que el objetivo de la norma es reducir la producción de residuos cifrada en Balears en 800.000 toneladas anuales. Según Vidal, se pretende que en 2021 se reduzca un 10% y un 20% en 2030. "El mejor residuo es el que no se regenera", aseguró el conseller de Medio Ambiente.

Por su parte, el diputado de El Pi, Josep Melià, cuestionó la aplicación de un nuevo impuesto, una tasa para el vertido de residuos que no sean reciclados. "Somos una comunidad con una carga impositiva muy elevada y creemos que debería eliminarse este nuevo tributo", aseveró Melià.

Desde el PP, la diputada Antònia Perelló acusó al Govern de "extralimitarse en las prohibiciones" en ámbitos que es dudosa su competencia. Aitor Morras, diputado de Podemos, criticó la "fuerte presión de las multinacionales" para maquillar las prohibiciones. Podemos votó a favor, pese a estas críticas. Las enmiendas de la oposición fueron rechazadas.

Representantes de entidades ecologistas como GOB y Amics de la Terra, así como de organizaciones que trabajan con la reutilización de residuos estuvieron presentes en el Parlament y aplaudieron la norma. Pimem la calificó de "valiente" pero alertó de que este exceso de "ambición puede provocar que no se logren los objetivos marcados".

CONTENIDO_RELACIONADO

  • El Govern quiere reciclar un 10% de las piezas de vehículos desguazados

FIN_CONTENIDO_RELACIONADO