Él dice que no es ninguna excepción y que su afán de moverse y tratar de cambiar las cosas no es innato, pero el perfil y la devoción de Carles López, presidente de la Confederación Nacional de Estudiantes (CANAE), no es habitual.

Con 8 años era delegado de clase en el colegio Sant Francesc de Manacor. De adolescente creó la asociación de estudiantes del centro y después la del IES Mossèn Alcover. Fue presidente de la Federación de Asociaciones de Estudiantes de Balears (FADAE). Y hoy, con 22 años, se mueve con soltura por el Congreso o el ministerio de Educación y se reúne con la ministra Celaá y con quien haga falta.

Para lo que otros podría ser un marrón, para él es una "gran oportunidad" para hacer lo que más le interesa: "Trabajar para que nadie quede fuera del sistema educativo", frase que repite como un lema.

Pasa dos días a la semana en Madrid y el resto en Barcelona, donde estudia Derecho y Ciencias Políticas en la Pompeu Fabra (el indicio más claro de que seguiremos oyendo hablar de él) .

Sus estancias en Madrid y su dedicación dan resultados: de las 120 enmiendas planteadas por el Consejo Escolar del Estado a la ley que sustituirá a la LOMCE, una cuarta parte fueron las defendidas por él como miembro de la comisión permanente por CANAE.

"Que una asociación de estudiantes sea la entidad que más enmiendas haya conseguido aprobar es algo a tener en cuenta", indica López, que responde así (con hechos) a esas miradas de paternalismo con las que se ha topado a veces y a esa visión crítica de una juventud supuestamente 'pasota': "Según las estadísticas, los jóvenes somos los que más participamos en manifestaciones, más voluntariado hacemos... Mucha gente quiere participar si se le enseña y se la da la oportunidad".

Fomentar la participación

Por eso para él es clave fomentar la cultura de la participación en los centros y una de las enmiendas propuestas por CANAE (y que parece que sí recogerá la ley) va precisamente por ahí: "La introducción del concepto de pensamiento crítico y ciudadanía activa".

"La falta de participación de los estudiantes", indica, "se traduce luego en falta de participación social y política: si queremos una ciudadanía activa, hemos de empezar en las aulas". En esta línea, CANAE propuso también incluir Filosofía en 4º de ESO. Y rebajar de los 14 a los 12 años la edad en la que los estudiantes pueden empezar a participar.

López también está detrás de una de las enmiendas que más revuelo causaron: la posibilidad de que el alumnado de ESO evalúe a sus profesores.

Sabe que la ministra no la incorporará a la llamada LOMLOU o Ley Celaá, pero él sigue defendiendo la idea: "Tengo muy claro que la evaluación integral es algo que serviría para mejorar el sistema ya que podríamos detectar las buenas prácticas y a los profesores que tienen margen de mejora, pero hay profesores que dicen que los estudiantes no tenemos capacidad para hacerlo". Ahí de nuevo percibió ese paternalismo que cree "contradictorio con lo que debería ser el sistema educativo".

En principio López hace un balance positivo de la nueva ley. Valora que corrija puntos de la ley Wert "que daban inestabilidad" y que "modernice" otros aspectos del sistema, pero le preocupa que la propuesta socialista no obtenga los apoyos suficientes para salir adelante. Cree que el sistema educativo requiere estabilidad: "Mientras se hacen chapuzas legislativas, los alumnos seguimos en las aulas", recuerda.

Durante la anterior legislatura, el manacorí participó en la Subcomisión del Congreso para el Pacto Educativo, que en su opinión fracasó por la "falta de altura de miras y el egoísmo" de los partidos. Deplora que estos al final centran el debate en cuestiones como la lengua, la Religión o la enseñanza concertada, cuando "no son temas determinantes" para combatir el fracaso y el abandono escolar, lamenta.

Él trata ahora de cambiar las cosas desde las instituciones, pero también valora la movilización en la calle: él fue uno más en la manifestación contra el TIL de 2013, detalla. ¿Da eso una pista de por dónde van sus inclinaciones políticas? López dice que le cuesta definirse y que él habla con todos: ha acudido a los congresos de PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos y ha hablado con sus líderes.

Un futuro en política

Su plan es dedicarse a la política, aunque ahora mismo, razona, ya hace política: "Por ejemplo al presionar para modificar el sistema de becas contribuimos a la toma de decisiones que afectan a millones de estudiantes".

No es raro que haya recibido llamadas de distintos partidos, tentándole. Su intención en el futuro es "seguir tratando de cambiar las cosas" y aunque los partidos cree que son "una de las mejores herramientas" para ello, asegura que éstos le crean "distancia".

Carles López no para. Además de estudiar y representar a CANAE, fue uno de los 25 jóvenes seleccionados por Coca-Cola en toda España para plantear ideas de futuro en un encuentro llamado GeneradorES; participa en el Consejo de Juventud; suma en la Plataforma de Organizaciones de Infancia... El mallorquín ya tiene agenda de ministro, ya veremos si algún día tiene el cargo también.