Entre evaluaciones internacionales, percepciones sociales (no siempre justificadas), cambios legislativos, recortes presupuestarios, polémicas creadas y cantidades ingentes de burocracia, los docentes tratan de seguir haciendo su trabajo lo mejor que pueden. Y ese trabajo, educar para el futuro, requiere adaptarse a un mundo tecnológico cada vez más complejo y a un alumnado cada vez más diverso.

En estas circunstancias, las escuelas prueban caminos nuevos que puedan mejorar las competencias de los estudiantes y prepararlos para que se conviertan en "ciudadanos globales", según la expresión utilizada por Francesc Pedró, asesor en políticas educativas de la UNESCO, en la inauguración del primer Congreso de Innovación Educativa de las islas.

La cita acabó ayer con éxito, tras haber agotado las plazas en menos de dos días con 1.700 inscritos. Estos dos días más de 200 centros educativos han explicado sus experiencias de cambio, desde el escenario en algunas de las mesas redondas o a través de la exhibición de pósteres que convirtió al Palau de Congressos en una 'fira' de la innovación educativa.

Pedró destacó el papel de la tecnología como factor que obliga a la escuela a cambiar y varias de las iniciativas expuestas ayer por los centros implicaban el uso de la tecnología, como por ejemplo, la tabla periódica interactiva confeccionada por los alumnos de 3º de ESO de Física y Química del colegio L'Assumpció de Binissalem. Con una app, los alumnos pueden consultar información de cada elemento (recogida por ellos) simplemente poniendo el móvil encima: "No hay que prohibir el móvil, hay que redirigirse y aprovecharlo para implicar a los estudiantes", explicaba ayer el profesor responsable, Santi Agorrigo frente a su correspondiente póster.

"No tiene sentido que si usan tablets y móviles en su vida cotidiana fuera de la escuela, no los usen dentro", razonaba Maria José Parra, coordinadora TIC y jefa de estudios del CEIP Blanquerna de Porreres, que presentó El món en un dit, dispositius móbils d'aprenentatge, proyecto que aplica la metodología basada en proyectos, el trabajo cooperativo y la auto y la coevaluación: los estudiantes deben, usando la tablet, diseñar un producto y luego presentarlo a sus compañeros, que les ponen notas. De momento, lo aplican en el área de Ciencias pero como está dando muy buenos resultados estudian ampliarlo a otras materias.

El lenguaje audiovisual también forma parte de la realidad cotidiana de los jóvenes y los profesores deben adoptarlo si "quieren cambiar la manera de hacer las cosas". Por eso Víctor Castells, profesor de Plástica en el IES Llucmajor, impulsa el proyecto CLIC: vídeos confeccionados por los estudiantes de 2º de Bachillerato de la asignatura de Comunicación Audiovisual. Ellos eligen el tema, pero deben adaptarse a una estructura.

Han recibido premios en varios festivales por algunos CLICs; han colaborado con entidades como el ayuntamiento; y han tocado temas que afectan a los propios estudiantes, como el cambio de sexo de un estudiante trans o la sexualidad. Estos materiales sirven luego para tratar estos temas en tutoría con los alumnos de ESO.

Muchas de las experiencias presentadas ayer tenían que ver con la tecnología, pero también se innova en convivencia; educación ambiental; educación emocional; atención a la diversidad... Por ejemplo, el proyecto Lletres i Lladrucs del colegio Pere Cerdà del Port de Sòller busca atender a los niños con necesidades para aprender a leer y escribir introduciendo perros en el aula. Lo impulsó hace cuatro años la maestra de educación especial del colegio, tras formarse en terapias asistidas con animales.

"Al principio solo lo aplicábamos individualmente con los niños con dificultades de lenguaje pero ahora lo introducimos en el grupo-clase y todos los niños participan: se ha notado muchísimo el cambio, los niños están muy motivados, participan de manera muy activa y es más fácil alcanzar los objetivos marcados", aseguraba Rosa Maria Pomar. De momento, los perros solo se usan en el área de Catalán pero cree que podría aplicarse para aprender contenidos de matemáticas o ciencias.

Clic! Resum 1 (Episodis 1, 4, 6, 10, 12 i 14) from victor castells on Vimeo.

El aprendizaje por proyectos está tan extendido que para Francesc Pedró es la experiencia innovadora más consolidada: "Es casi la norma".

Trabajo por proyectos

El CEIP Voramar de Can Picafort (PIP), hace años que lo aplica. Según Inés Carrasco, jefa de estudios, lo adoptaron ya que es un colegio muy grande y con un alumnado diverso y con diferentes necesidades "a los que teníamos que llegar y a los que había que dar respuesta".

Por eso, impulsaron cambios organizativos (trabajo en red de los docentes, liderazgo distribuido...) y metodológicos, impulsando seis proyectos variados (Matemáticas Manipulativas, Art Experience...) que forman un "entramado de raíces conectadas" al que llaman el Proyecto Miceli. Su objetivo: "Responder a las necesidades de aprender a potenciar las inteligencias múltiples y el aprendizaje significativo y por competencias". Su balance: de satisfacción por los buenos resultados y la gran implicación lograda entre docentes, alumnos y familias.

Todos los temas y áreas parecen susceptibles de ser enseñados por caminos diferentes a los tradicionales: el CEIP Can Bril por ejemplo innova para enseñar la cultura popular balear a través del trabajo cooperativo; el Bartomeu Pou impulsa un plan "hacia las estrategias lectoras"; el campo de aprendizaje Orient tira de realidad virtual para aprender sobre el Castell d'Alaró; el CC Balmes introduce la robótica en el Aula UEECO para niños con necesidades.

El Palau de Congressos es grande, pero se queda pequeño para albergar todas las iniciativas de cambio que profesores y equipos motivados impulsan para adaptar la enseñanza a la realidad social y preparar a los alumnos para el futuro que viene.