El que va a ser el mayor centro de salud de Baleares abrirá sus puertas en 2021. Las nuevas instalaciones de Bons Aires, que se levantarán en la parcela del Hospital Psiquiátrico van a sustituir a las que actualmente se encuentran en s'Escorxador y además acogerán también, aunque con carácter provisional, a los pacientes del Camp Redó mientras se levanta allí un nuevo edificio. La inversión va a ser de 10,4 millones de euros.

El proyecto contempla la construcción de dos edificios. Uno de ellos dedicado al nuevo centro de salud de más de 7.000 metros cuadrados, lo que lo convertirá en el mayor de las islas, y otro más pequeño, de cerca de 900 metros cuadrados, donde se ubicará el servicio de urgencias, todo ello en la parcela del Psiquiátrico donde también se dedicará un espacio a un aparcamiento en superficie de 33 plazas para el primero.

Esta actuación fue presentada ayer en el Casal de Barri de s'Escorxador por la presidenta del Govern, Francina Armengol; la consellera de Salud, Patricia Gómez; el director general del Ib-Salut, Juli Fuster; y los arquitectos Carlos Ferrán y Javier Oliver.

Durante los próximos meses se abrirá el proceso de adjudicación, de forma que durante el próximo verano se espera poder iniciar las obras del servicio de urgencias, con un plazo de ejecución de alrededor de un año, lo que permitirá concluirlas en 2020, y unos meses más tarde darán comienzo las del centro de salud, con una duración estimada de año y medio, lo que hace prever que se inaugurará en 2021.

El nuevo centro albergará 75 consultas médicas, de las que 29 serán de medicina, 24 de enfermería, ocho de pediatría, seis de enfermería pediátrica y cinco polivalentes. También dispondrá de una sala de cuidados, cuatro salas de extracciones, una unidad obstétrica y otra de salud bucodental. Además, incorporará un gran salón de actos.

Esta nueva ubicación se encuentra a unos 500 metros del actual centro de s'Escorxador, que se abandona por haberse quedado obsoleto y además por suponer un alto coste en concepto de alquiler.

En cuanto al centro de urgencias de atención primaria (SUAP), albergará siete consultas de urgencias, cinco de ellas para adultos y dos de pediatría; una sala de observación; una de críticos; nueve dormitorios para el personal y espacios para almacén. Este último se encontrará a 300 metros del centro de salud y dispondrá de varios accesos, uno para el público en general, y otros tres para pacientes críticos, personal y el área de suministros. Contará con ocho plazas de aparcamiento y una zona para las ambulancias.

Un aspecto destacado por los arquitectos es que se ha primado la utilización de elementos prefabricados para que la edificación de estas nuevas instalaciones se realice en el menor plazo posible.

Por lo que respecta al tiempo que Bons Aires deberá dar servicio a los pacientes del Camp Redó, Juli Fuster estimó que será durante unos dos años, aunque todavía se desconoce la fecha de inicio de este relevo, dado que está por determinar si el nuevo centro de esa zona se construirá derribando el actual y edificando uno nuevo en el solar, o si se edifica en los terrenos de Son Busquets si se cede ese suelo.

El traslado del centro de s'Excorxador a Bons Aires, y provisionalmente también el del Camp Redó, conllevará una enorme concentración de pacientes. En concreto, el primero tiene asignadas 31.960 tarjetas sanitarias como centro de salud, pero 136.181 como servicio de urgencias de atención primaria. El segundo tiene asignadas 24.821 tarjetas.

La previsión es que en el nuevo centro de salud trabajen 82 profesionales, de los que 30 serán médicos de familia, 29 enfermeros, ocho pediatras, tres comadronas, dos trabajadores sociales, dos odontólogos, dos higienistas, tres fisioterapeutas, dos ginecólogos y un rehabilitador. Además, a ellos se sumarán temporalmente las 48 personas que trabajan en el del Camp Redó.

Durante la presentación del proyecto, tanto la presidenta Francina Armengol como la consellera Patricia Gómez destacaron el esfuerzo que durante esta legislatura se ha hecho para revertir los recortes aplicados por el anterior Govern y para impulsar los servicios sanitarios de Baleares, tanto con mejoras en infraestructuras y en tecnología, como en materia de personal.