El colapso que, desde hace un año, sufre el juzgado de violencia sobre la mujer 1 de Palma (que en parte también padece violencia sobre la mujer 2) está beneficiando a los presuntos agresores machistas que, cuando lleguen a juicio, van a poder pedir una rebaja de sus condenas alegando dilaciones indebidas. Violencia 1, que a finales de año tenía 611 causas pendientes, solo puede afrontar las tareas urgentes de la guardia y los juicios de familia, pero se muestra impotente para agilizar los casos una vez incoados.

Según fuentes jurídicas, los juzgados que atienden a las víctimas de violencia de género partido judicial que sufre uno de los índices más elevados de España en esta modalidad delictiva, no van a remontar cabeza en tanto no se ponga en marcha el tercer juzgado.

Medidas que no se tocan

Otra de las disfunciones que la situación de bloqueo está ocasionando es la tardanza en la revisión o modificación de las medidas cautelares sobre el agresor, adoptadas nada más ponerse la denuncia contra él, que normalmente es detenido.

Estas medidas podrían modificarse si los jueces de violencia sobre la mujer tuvieran tiempo para estudiar los casos una vez iniciados, pero el titular de violencia sobre la mujer 1, Carlos Izquierdo, no da abasto con las diligencias más urgentes.

Cuando la sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) dio a conocer la pésima situación de violencia sobre la mujer uno, la decana de los juzgados unipersonales de Palma, Sonia Vidal, alertó del peligro para las mujeres maltratadas por dicho colapso.

Reconvertir otro juzgado

El TSJB lleva varios años reclamando al Consejo General del Poder Judicial la creación del tercer juzgado de violencia sobre la mujer, reclamación que hasta el momento ha caído en saco roto.

Fuentes jurídicas han explicado que si no se crea este tercer juzgado se baraja reconvertir el actual juzgado de instrucción 12 de Palma en violencia de género. El problema es que instrucción 12 registra también una considerable carga de trabajo, entre la que destaca el caso Cursach

Según estadísticas del Consejo General del Poder Judicial, a finales de año violencia sobre la mujer uno tenía 611 asuntos en trámite, la mayoría empantanados y paralizados por falta de tiempo para su tramitación.

Las fuentes informantes han destacado que el desbloqueo del juzgado pasa por una triple terapia: la llegada de nuevos funcionarios de plantilla, la recuperación de los pluses que antaño se cobraban por las guardias de violencia de género y la creación de un tercer juzgado de violencia sobre la mujer en Palma, algo para el que no hay fecha.

El ministerio de Justicia decidió el año pasado que, para paliar el elevado porcentaje de interinidad en los juzgados de Balears, los opositores que sacaran plaza ocuparan forzosamente destinos en las islas, aunque fueran de la Península.

Esta medida pretendió consolidar las plantillas de carrera en Balears, pero fuentes sindicales y de los propios interinos advirtieron de que la precariedad volverá al cabo de dos años, cuando los destinados forzosos puedan concursar y regresar a la Península.

El personal de violencia sobre la mujer 1 y 2 hace guardias de mañana una semana sí y otra no. Estas guardias suelen prolongarse por necesidades del servicio hasta las 4 ó las 5 de la tarde, para no dejar casos sin atender, pero no se pagan como guardias.

En otras Comunidades Autónomas estas guardias de violencia sobre la mujer sí se abonan al personal de Justicia.