El PrEP es una pastilla que protege del contagio del VIH ante una relación sexual de riesgo: se toma una antes de la práctica sexual y o tras dos en los dos días posteriores y evita la infección sin necesidad de usar preservativo. Este método profiláctico pre-exposición se ha vuelto popular entre algunos hombres homosexuales con mucha actividad sexual, que lo están comprando sin control alguno por internet, pese a tener una serie de posibles riesgos asociados.
Esta tendencia preocupa a las autoridades sanitarias autonómicas, las organizaciones científicas y las ONGs, que hace tiempo que vienen avisando al ministerio de Sanidad, quien ya ha indicado que está estudiando incluirlo en la cartera de servicios este mismo año. Así lo explicó a este diario la directora general de Salud Pública, Maria Ramos, quien confirmó que este fenómeno se da también en Balears. Dispensarla gratuitamente y de forma controlada "podría ser una buena herramienta para prevenir los contagios", aunque, indicó Ramos, hoy la mejor herramienta sigue siendo "el diagnóstico precoz", además del preservativo, "que además previene contra otras enfermedades de transmisión sexual".
Asimismo, dispensarla de forma controlada disminuiría los posibles riesgos asociados, como problemas óseos o insuficiencia renal. Además, si una persona que ya tiene el VIH y no lo sabe toma la pastilla, ésta hace más resistente al virus, más fuerte
"Fuera del circuito legal"
"Ahora mismo lo compran por internet fuera del circuito legal", indicó Ramos, que ya tiene pensado cómo sería la dispensación del tratamiento cuando finalmente se incorpore a la cartera de servicios.
En Mallorca, para solicitarla sería necesario acudir a la Consulta de Atención de Infecciones de Transmisión Sexual (CAITS) ubicada en la Clínica del Carmen. El primer requisito para obtenerla sería hacerse primero las pruebas para saber si el solicitante tiene el VIH y no lo sabe (ya que la pastilla hace al virus más fuerte).
Este primer paso ya facilitaría que se hicieran más diagnósticos precoces, señalado por Ramos como la principal herramienta de prevención ante el VIH.
La directora general de Salud Pública cree que ésta sería la ocasión ideal para montar un CAITS en Eivissa, donde todavía no existe este tipo de consulta.
El Ministerio ya está estudiando junto a las comunidades autónomas el coste de esta medida, que no es solo por el coste del medicamento en sí (que ya existe en versión genérica) sino por el personal que haría falta para atender las visitas al CAITS y la realización de las pruebas.
En Balears la tasa de infección es de 14,5 casos por cada cien mil habitantes, lo que dobla la media nacional, que es de siete casos. En las islas no se ha conseguido reducir esta proporción en los últimos cinco años mientras en el resto de España sí se ha reducido.
Más contagios por vía sexual
Según explicó el pasado diciembre a este diario Melcior Riera, jefe de sección de Enfermedades Infecciosas de Son Espases, con motivo de la última conmemoración del Día Mundial contra el Sida, en el archipiélago han aumentado los contagios por vía sexual y más entre el colectivo de personas homosexuales y bisexuales, que suman el 60% de las nuevas infecciones.
El especialista indicó que en 2017, 107 de las 184 nuevas infecciones detectadas del virus del sida eran de homosexuales y bisexuales. Preguntado por las causas, Riera explicó que es difícil saberlas con exactitud, pero aventuró que puede deberse a cierta relajación en las medidas de protección y las nuevas aplicaciones para móviles que facilitan los contactos sexuales.
Los casos de sífilis y gonorrea siguen disparándose
Los casos registrados de enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la gonorrea y la sífilis siguen disparándose en nuestra comunidad, según los informes confeccionados por el servicio de Epidemiología de la conselleria de Salud.
Así, en 2017 el sistema de salud detectó que un total de 382 personas contrajeron la infección gonocócica o gonorrea. La cifra supone casi un centenar más de los casos registrados en 2016, que fueron 292. La tendencia al alza comenzó ese año y refleja una realidad muy diferente de la de los años 80 y 90, cuando cada vez se registraban menos personas afectadas. En 1999, apenas hubo 64 casos. Desde entonces, la cifra de casos detectados se ha multiplicado por seis. Entre los años 90 y 2010 la situación se mantuvo estable y en 2016 comenzó a incrementarse la incidencia.
El perfil más habitual entre las personas que contrajeron esta enfermedad entre 2010 y 2016 fue el de heterosexual con múltiples parejas sexuales.
Respecto a la sífilis, otra ETS de registro obligatorio, en 2017 se notificaron 173 casos en las islas, tres menos que en 2016. Mirando la vista más atrás se constata que también se ha producido un incremento destacado, siendo el año 2000 el de la inflexión y comienzo de una tendencia alcista, aunque moderada. En 2005, apenas se notificaron 52 casos.
Maria Ramos, directora general de Salud Pública, indicó que el aumento de las ETS puede deberse a la relajación ante este tipo de medidas y una menor protección, pero también a una mayor detección y registro.
