El Parlament aprobará el próximo día 29 de enero la nueva Ley de Residuos impulsada por la conselleria de Medio Ambiente. Una norma innovadora que pretende reducir de forma drástica la producción de residuos, eliminar plásticos, fomentar la economía circular y poner en marcha toda una serie de medidas para fomentar el reciclaje y la reutilización. Entre estas últimas una de las novedades será que a partir del año que viene se exigirá el reciclaje de un 10% de las piezas de los vehículos en desguace y un 20% en el año 2030.

La nueva Ley de Residuos está pendiente del dictamen de la comisión parlamentaria, una vez ha sido consensuada entre los partidos del Pacto. El dictamen se hará público esta misma semana, según fuentes del Govern. La norma también pretende potenciar el mercado de piezas de coches de segunda mano, con la finalidad de rebajar el volumen de este tipo de residuos que suponen un elevado peso en el cómputo global de la generación de desechos. Todo ello con el objetivo de que a partir del año 2030 se reduzca un 20% el volumen de residuos generados en las islas.

Una de las medidas más importantes era la prohibición total de los envases de plástico de un solo uso, especialmente las cápsulas de café, platos y vasos desechables y similares. La fuerte presión de las multinacionales ha hecho que en la norma que se aprobará el día 29 no se prohíban del todo estos envases. Se exige que se fabriquen con materiales compostables y reciclables orgánica y mecánicamente. Asimismo, las pajillas para bebidas y los bastoncillos para la higiene auditiva también deberán ser de materiales biodegradables.

Lo que sí queda del todo prohibido son los microplásticos y los monoplásticos, así como las versiones no reutilizables de encendedores, maquinillas de afeitar y cartuchos y tóners de impresoras y fotocopiadoras. El desperdicio alimentario es otro de los caballos de batalla de la nueva norma que impulsa la conselleria de Medio Ambiente. En este sentido, el Govern pretende reducir el desecho de alimentos cercanos a la caducidad pero que todavía se pueden consumir por parte de las distribuidoras alimentarias. De igual modo, los restaurantes y los hoteles estarán obligados a entregar a los clientes que lo soliciten las sobras de la comida en envases compostables.

Por otra parte, las toallitas desechables no podrán ser eliminadas a través de la red de alcantarillado y obligarán a informar en los envases de los problemas que generan su utilización.

Por último, como novedad, el Govern pretende crear un ente encargado de gestionar y controlar todo el sistema de residuos de Balears. Será un organismo con personalidad jurídica propia que tendrá como finalidad la gestión de un fondo de prevención y gestión de los residuos y suelos contaminantes.

La nueva norma prevé multas de hasta un millón de euros.