Los primeros diez días de rebajas se han saldado con un resultado negativo que ha multiplicado el temor de los comerciantes ante un mes de febrero que se percibe como angustioso, según subrayan fuentes del sector tradicional. Algo que agrava el pesimismo existente en esta actividad y que ya se puso de manifiesto en la encuesta realizada recientemente por la patronal Afedeco.
En esa encuesta ya se destacaba que el balance del comercio tradicional de Mallorca respecto al cierre de 2018 no era bueno, y que las previsiones para 2019 apuntaban a un nuevo descenso de las ventas. Esta opinión se vio reforzada a la vista del resultado de la primera jornada de las rebajas de enero.
Una vez superados los días más importantes de esta campaña de descuentos (la primera semana), el resultado es que la demanda se mantiene por debajo de la que había hace un año, con una facturación que representantes del sector tradicional no dudan en calificar de muy negativa.
Y de ahí nace el miedo. El argumento es que si las ventas son tan débiles durante unas fechas en las que el consumo suele crecer con fuerza, la travesía por el mes de febrero puede ser agónica para muchos negocios, hasta que en marzo comience una reactivación que suele intensificarse con la llegada de la Semana Santa.
La conclusión a la que llegan los comerciantes consultados es que el comercio de Mallorca sigue registrando una dependencia excesiva del consumo que realizan los turistas, ante la debilidad del que depende de las familias del archipiélago.
Desde las grandes superficies se matiza este balance negativo de las rebajas, al recordar que para estas firmas el consumo durante el Black Friday y durante la campaña navideña fue muy positivo, lo que explicaría la "resaca" en las compras que se puede dar en enero.
