Las 1313 víctimas de la torrentada del Llevant no se podían evitar. En resumidas cuentas, es la conclusión de la Guardia Civil sobre la catástrofe del pasado nueve de octubre que sacudió especialmente el municipio de Sant Llorenç. Después de repasar los acontecimientos, las actuaciones llevadas a cabo las horas que siguieron a la riada y "las diferentes informaciones recabadas respecto a las circunstancias concurrentes en cada uno de los fallecimientos", la Benemérita atribuye "el agravamiento del impacto negativo" de las inundaciones a que se presentaron "de manera súbita y violenta".

De esta manera queda reflejado en el informe redactado por la Guardia Civil después de haber transcurrido un mes de la tragedia. La Benemérita, que llegó a desplegar hasta 468 efectivos en la zona, hace una "evaluación positiva" de la respuesta a la catástrofe por parte del dispositivo de emergencias y pone el acento en "la importante cifra de personas rescatadas" en un escenario de "dificultades", sin luz, sin comunicaciones y sobre un terreno que "en algunos casos impedía el desplazamiento de los vehículos de emergencia a las zonas afectadas".

Si bien el informe de la Guardia Civil señala que "las zonas afectadas por el desbordamiento son coincidentes con las posiciones contempladas en los mapas de peligrosidad y de riesgo de inundación", apunta a un suceso de "carácter extraordinario". La Benemérita recuerda además que en la gestión de inundaciones "la protección absoluta no es posible".

Rescate a oscuras e incomunicado

Con este informe, la Guardia Civil desliga el número de víctimas de la gestión que se hizo de la tragedia, un interrogante que ha sobrevolado la política autonómica desde que se llevó la catástrofe a la arena política. De hecho, el cuerpo llega a atribuir "la importante cifra de personas rescatadas en las horas señaladas, un número importante de ellas atrapadas en sus vehículos" a "la acción coordinada de los servicios de emergencia". El informe también destaca "la determinación de las diferentes administraciones para la puesta a disposición de los intervinientes de las capacidades operativas y logísticas necesarias para abordar" las tareas de rescate de esos días.

La Guardia Civil describe un escenario en las primeras horas de actuación marcado por la ausencia de luz natural y de suministro eléctrico, la persistencia de las lluvias, por los cortes en las comunicaciones vía radio y telefonía y la inaccesibilidad de algunas vías que complicaron las tareas de búsqueda y rescate y la movilidad de las unidades de emergencias.

En esas horas se rescataron 200 personas atrapadas en sus vehículos, 52 en el interior de sus casas, tejados o subidas en árboles y se encontraron los primeros cinco cuerpos sin vida por la catástrofe.

A las 19.30 horas ya se habían cortado 8 de las 10 principales carreteras de la comarca del Llevant. Sólo la MA-4021 en Sant Llorenç, a las 20.30, y la MA-4023, a las 21 horas, fueron cerradas más tarde.

La Benemérita describe también acciones de pillaje por las que fueron detenidas dos personas e identificadas otras 15 por el robo de teléfonos móviles, relojes o bolsos aprovechando la tragedia y la ausencia en algunas casas de puertas arrastradas por la riada.

Este informe se suma al de los servicios de Emergencia del Govern a la espera de que el Ejecutivo autonómico haga público el denominado CAD, el registro de emergencias de ese día, que reclaman desde la oposición. La consellera Catalina Cladera, responsable de Emergencias, anunció que será público de forma "inminente".

La riada se presentó de forma "súbita y violenta"

El informe de la Guardia Civil destaca a partir de los datos recopilados que la riada se presentó sobre núcleos urbanos de la forma "súbita y violenta" propia de las crecidas de las aguas de los torrentes.

La zona anegada coincide con los mapas de peligrosidad

La Benemérita señala que las zonas afectadas por el desbordamiento de los torrentes concuerdan con los mapas de peligrosidad y de riesgo de inundaciones, con independencia de la posterior transformación del terreno a causa de la riada.

A las 19.30 sólo quedaban abiertas dos vías

Ocho de las diez principales carreteras de la comarca del Llevant ya habían sido cerradas al tráfico a las 19.30 horas. A partir de esa hora, sólo quedaron dos hasta las 20.30 y hasta las 21 horas.

Trabajo a oscuras, entre obstáculos e incomunicados

El escenario en que tuvieron que trabajar los efectivos de Emergencias en las primeras horas estuvo marcado por la oscuridad, la presencia de obstáculos para mover sus unidades y los cortes en las comunicaciones por radio y telefonía.

La Guardia Civil cree que hizo posible los rescates

Durante las primeras horas después de la riada fueron rescatadas 252 personas, una cifra que destaca la Guardia Civil y que atribuye a "la acción coordinada de los servicios de emergencia".

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