Mallorca cerró el pasado año con 1.958 nuevas viviendas proyectadas a lo largo de ese ejercicio, lo que supone un incremento del 9,8% respecto a 2017, según los datos facilitados ayer por el Colegio de Aparejadores de la isla. De este informe se desprende además otro dato significativo: por primera vez durante los últimos años se ha iniciado la construcción de más viviendas plurifamiliares (pisos) que chalés y adosados.

Porque son los plurifamiliares los que en estos momentos están "tirando del carro" de la promoción inmobiliaria. Durante esos doce meses se han visado proyectos para la edificación de 1.005 residencias de este tipo, lo que supone un aumento del 18,4% respecto a 2017.

En cuanto a los unifamiliares aislados y adosados, el número de proyectos visados ha sido de 953, con un crecimiento mucho más moderado, del 2%. Hay que insistir en que durante los cuatro ejercicios anteriores la cifra de estos últimos era la más importante. Además, este aumento más débil supone una estabilización de la intensa edificación de chalés de los últimos años. Basta decir que el aumento de las viviendas unifamiliares fue de un 28,6% en 2015, del 52,3% en 2016 y del 32,5% en 2017.

En cualquier caso, el presidente del Colegio de Aparejadores, Daniel Tur, admitió que el crecimiento de los plurifamiliares no supone necesariamente vivienda más asequible, dado que muchos de estos proyectos corresponden a inmuebles destinados a clientela de alto poder adquisitivo. Por ello, defendió la necesidad de que desde las Administraciones se impulse la construcción de vivienda social.

Distribución por municipios

En el caso de los plurifamiliares, los municipios donde más se están proyectando son Palma, con 759 viviendas; Calvià, con 66; y Marratxí, con 35.

Por su parte, los chalés y adosados adquieren una presencia especialmente relevante en las zonas de costa, con 101 viviendas proyectadas en Calvià, 64 en Campos, 53 en Santanyí, 51 en Palma, 46 en Marratxí y 30 en Llucmajor. Hay que tener en cuenta el peso de la inversión extranjera tiene en este tipo de producto, que muchas veces se edifica en régimen de autopromoción, es decir, por encargo del que va a ser su propietario.

La importancia creciente de los plurifamiliares supone además, según señaló Daniel Tur, un reflejo del mejor estado de salud en el que se encuentra el sector, ya que implica que más empresas promotoras se animan a poner en marcha nuevas iniciativas.

El presidente de los aparejadores lamentó la lentitud con que los nuevos proyectos, tanto residenciales como hoteleros, se están tramitando, con esperas de hasta 18 meses, en muchos casos por problemas de falta de personal de los Ayuntamientos, y advirtió de que este obstáculo dificulta el desarrollo de inversiones. En cualquier caso, espera que el crecimiento de 2018 se mantenga en 2019.

También defendió la necesidad de analizar medidas para abaratar el precio de los inmuebles en un momento en el que el valor del suelo es muy alto, como autorizar edificios de más alturas. "No podemos inventarnos suelo donde no lo hay", subrayó.

Por otro lado, se mostró crítico con la paralización que existe en la aprobación del Régimen Especial para Balears (REB), dado que éste debe de incluir medidas para abaratar el precio en el transporte de mercancías que beneficiarían claramente al sector.