Mallorca cerró el pasado año con 1.958 viviendas proyectadas a lo largo de ese ejercicio, lo que supone un incremento del 9,8%, según los datos facilitados hoy por el Colegio de Aparejadores de la isla. De este informe se desprende además otro dato significativo: por primera vez durante los últimos años se ha iniciado la construcción de más viviendas plurifamiliares que chalés y adosados.

Porque son los plurifamiliares los que en estos momentos están "tirando del carro" de la promoción inmobiliaria. Durante esos doce meses se han visado proyectos para la edificación de 1.005 residencias de este tipo, lo que supone un aumento del 18,4% respecto a 2017. En cuanto a los unifamiliares aislados y adosados, el número de proyectos visados ha sido de 953, con un crecimiento mucho más moderado, del 2%. Hay que insistir en que durante los cuatro ejercicios anteriores la cifra de estos últimos era la más importante.

En cualquier caso, el presidente del Colegio de Aparejadores, Daniel Tur, ha admitido que el crecimiento de los plurifamiliares no supone vivienda más asequible, dado que muchos de estos proyectos corresponden a inmuebles destinados a clientela de alto poder adquisitivo. Por ello, ha defendido la necesidad de que desde las Administraciones se impulse la construcción de vivienda social.

En el caso de los plurifamiliares, los municipios donde más se están proyectando son Palma, con 759 viviendas; Calvià, con 66; y Marratxí, con 35.

Por su parte, los chalés y adosados adquieren una presencia especialmente relevante en las zonas de costa, con 101 viviendas proyectadas en Calvià, 64 en Campos, 53 en Santanyí, 51 en Palma, 46 en Marratxí y 30 en Llucmajor.

El peso creciente de los plurifamiliares supone además, según ha señalado Daniel Tur, un reflejo del mejor estado de salud en el que se encuentra el sector, ya que implica que más empresas promotoras se animan a poner en marcha nuevas iniciativas.

Respecto a las actuaciones en hoteles, durante el pasado año se visaron en la isla cinco nuevos establecimientos, dos menos que en 2017, mientras que en el caso de las reformas y ampliaciones, la cifra fue de 148 actuaciones, un 1,3% menos que durante el ejercicio anterior.

El presidente de los aparejadores de Mallorca ha lamentado la lentitud con que los nuevos proyectos, tanto residenciales como hoteleros, se están tramitando, con esperas de hasta 18 meses, en muchos casos por problemas de falta de personal de los Ayuntamientos, y ha advertido que este problema dificulta el desarrollo de inversiones.

También ha defendido la necesidad de analizar medidas para abaratar el precio de los inmuebles en un momento en el que el valor del suelo es muy alto, como autorizar edificios de más alturas. "No podemos inventarnos suelo donde no lo hay", ha subrayado.

Por otro lado, se ha mostrado crítico con la paralización que existe en la aprobación del Régimen Especial para Baleares (REB), dado que éste debe de incluir medidas para abaratar el precio en el transporte de materiales que beneficiarían claramente al sector.