La polémica Ley Agraria se aprobará hoy después de ser modificada de forma importante por parte de los socios del Pacto de Izquierdas. Una norma que ha suscitado fuertes discrepancias por parte de las organizaciones agrarias mayoritarias, especialmente Asaja, que la califica de una ley "sin consenso, que resta derechos a los agricultores y que abre la puerta al alquiler turístico en suelo rústico". Por su parte, desde Unió de Pagesos de Mallorca (UPM) también discrepan de forma importante sobre las llamadas "Agroestancias" que deben permitir alojar a hasta seis turistas en las explotaciones. UPM considera que el hecho de que el agricultor deba vivir en la explotación restringirá de forma importante las actividad de alojamiento. El conseller Vicenç Vidal restó importancia a las críticas de las organizaciones agrarias: "Se trata de una ley que quiere apostar por la profesionalidad con las explotaciones prioritarias".

Joan Simonet, gerente de Asaja, también criticó de forma especial las agroestancias: "Han eliminado que los alojamientos deben ser en la casa donde reside el agricultor, pero permiten hacerlo en explotaciones agrarias diseminadas con casas que no estén unidas a la finca. Ello, sin duda, es una forma de abrir la puerta al alquiler vacacional en suelo rústico". Asaja tampoco está de acuerdo con que se obligue a los payeses a residir en la explotación para poder alojar a turistas. Simonet ha criticado también que el conseller Vidal invite a las organizaciones agrarias al pleno de mañana, cuando no ha habido consenso con el sector: "Si lo que busca Vidal es una fotografía de consenso con el sector, no la va a tener. Y mucho menos teniendo en cuenta que nunca se ha sentado a negociar con nosotros y siempre ha utilizado a intermediarios".

Sebastià Ordinas, secretario general de Unió de Pagesos de Mallorca, discrepó con Asaja sobre las críticas generales a la ley: "Se trata de una norma mucho más agraria que piensa en preservar el suelo rústico para los agricultores y apuesta por los profesionales". Sin embargo, Ordinas sí se mostró crítico con las agroestancias. "Serán muy pocos los agricultores que puedan alojar a gente en sus explotaciones, ya que en Mallorca la mayoría viven en los pueblos, no en las explotaciones y así ya lo expusimos en nuestras alegaciones". UPM le parece correcto que se haya eliminado la restricción de agroestancia durante seis meses y se puedan hacer todo el año, pero consideran pocas solo seis plazas por explotación. Ellos apostaban por ocho.

Asaja también recrimina que se "apueste por una agricultura no profesional, de subsistencia y folklore, más propia del siglo XIX que del XXI, que desincentiva el relevo generacional al no posibilitar hacer rentable económicamente ni atractiva socialmente la actividad agraria, condenándola a la extinción, y que limita los derechos legítimos de los agricultores". Joan Simonet recuerda también que hasta el Colegio de Ingenieros Agrónomos ha pedido a Vidal que paralice la ley.