Utilizar las aves que navegan a la deriva en la superficie oceánica mientras están en reposo -un comportamiento denominado rafting- podría servir para medir las corrientes superficiales y los vientos locales del mar balear, según un estudio publicado ayer en Scientific Reports y encabezado por Antonio Sánchez-Román, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (CSIC-UIB).

Hasta el momento, las corrientes superficiales del mar balear se han estudiado cruzando los datos registrados por boyas, radares costeros de alta frecuencia con datos obtenidos por satélite. Ahora, este estudio internacional sugiere que los desplazamientos de las aves ofrecen una información "igual de fiable" que la recogida por dispositivos tecnológicos.