No es común el avistamiento de estos grandes cetáceos en el Mar Mediterráneo. Por ahora. Según un estudio de la Universidad de Sevilla, la presencia de ballenas jorobadas ha aumentado en los últimos 150 años.

Se trata de un mamífero que puede medir entre 12 y 16 metros y pesar 36 toneladas. Acostumbra a migrar desde los polos, donde encuentran ricas zonas donde alimentarse. Por ello, es extraño verlos en el Mediterráneo. No obstante, en una minuciosa revisión de los avistamientos de jorobadas por parte de la Universidad de Sevilla, se ha observado que la frecuencia de aparición en el Mediterráneo aumenta.

Según el estudio, los cambios en las condiciones climáticas y en la temperatura del mar han traído consigo el aumento de ciertas especies que resultan ser parte de la dieta de las ballenas. Esta premisa, junto con el hecho de que los ejemplares avistados suelen ser jóvenes y solitarios, cuando normalmente este tipo de ballena viaja en grupo, sugiere que se trata de individuos despistados que llegan a nuestro mar en busca de comida.