Los refugios acogerán estos días de frío polar a todas las personas sin hogar que pidan dormir allí, aunque no cumplan los requisitos mínimos que habitualmente. Si es necesario se incrementarán el número de plazas de los diferentes centros de acogida de Sa Placeta, Casa de Família, Ca l'Ardiaca y el albergue de Manacor y se evitarán las expulsiones disciplinarias (salvo los casos más graves).

En estos días de intento frío, el objetivo del Institut Mallorquí d'Afers Socials (IMAS) es que no haya nadie durmiendo en la calle, ya que durante la noche se pueden alcanzar temperaturas por debajo de los siete grados. Cuando la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) prevé que el mercurio caerá tanto o ante fenómenos adversos como lluvia o viento, el IMAS activa un protocolo especial. La Unidad Móvil de Emergencia Social (UMES) y el equipo de valoración activan el el nivel de emergencia hasta que mejora el clima.

En esta situación, la UMES amplía su horario de atención de las ocho de la tarde a las 3 de la madrugada (cuando habitualmente atiende de diez de la noche a 2 de la madrugadas). Mientras el protocolo de emergencia está activado, la UMES redoblan sus esfuerzos para localizar y "convencer" a las personas que viven en la calle de que accedan a algunos de los refugios disponibles. Además, reparten más mantas, bebidas calientes e intensifican el servicio de acompañamiento y seguimiento de los usuarios.

Según el último cálculo hecho por el IMAS (hace alrededor de un año), unas 200 personas viven de forma permanente en la calle en la isla (180 en Palma).