El alquiler de un piso de 60 metros cuadrados vale en Baleares una media de 774 euros al mes. Y uno de 100 metros cuadrados, 1290 euros al mes. El precio de la vivienda en alquiler experimentó en Baleares una subida del 2,9% durante el año 2018 hasta situarse en 12,9 euros por metro cuadrado, según el último informe de precios del portal inmobiliario Idealista.

Este crecimiento es sensiblemente inferior al que se registró durante el año 2017, cuando crecieron un 22,1%. Si atendemos a la variación trimestral, los precios cayeron un 4,9% durante el último cuarto del año.

El precio se incrementó en un 1,1% en Palma, hasta situar el precio en 12,3 euros el metro cuadrado. Durante el último trimestre, el precio se redujo en un 1,8% en Palma. La capital balear es la cuarta ciudad españolal con los precios más caros, solo por detrás de Madrid, Barcelona y San Sebastián.

Subidas ralentizadas en España

El precio de la vivienda en alquiler ha suavizado su ritmo de subida en España durante 2018 y ha acabado el año con un incremento del 9,3% que ha dejado el metro cuadrado en 10,6 euros al mes, frente al 18,4% que creció en 2017. En el último trimestre del año los precios han experimentado, incluso, una leve caída del 0,6%.

Un total de 6 capitales españolas registran en diciembre de 2018 precios superiores a los de hace 12 meses, mientras que en la mayoría de mercados las rentas que piden los propietarios se han incrementado.

La ciudad de Barcelona ha visto cómo sus precios bajaban un 1% en el último año, situando el precio de sus alquileres en 17,3 euros el metro cuadrado. El ritmo de caída parece haberse parado en el último trimestre, ya que los precios no tuvieron variación estadística.

Madrid finaliza 2018 con una subida interanual en el precio del alquiler de vivienda del 4,3%, lo que sitúa el precio del metro cuadrado en la capital en 16,2 euros. Durante el último trimestre del año la capital ha visto cómo sus precios se reducían un 1,5%.

Burgos ha marcado la mayor subida este año, con un incremento del 12,7% hasta los 7,1 euros el metro cuadrado, muy similar a la registrada en Guadalajara (10,4%). En todos los demás mercados alcistas los incrementos han sido de un solo dígito: A Coruña (9,6%), Lugo (9,5%), Pamplona (9%) y Toledo (9%). La mayor caída, en cambio, se produjo en Castellón (-6,8%), Tarragona (-5,3%) y Jaén (-3,1%). Los precios también cayeron en Barcelona (-1%) y Ciudad Real (-0,1%).

A pesar de la caída, Barcelona sigue siendo es la capital española con los alquileres más caros (17,3 euros/m2), seguida de Madrid (16,2 euros/m2) y San Sebastián (15,3 euros/m2). En cuarto lugar se sitúa Palma con un precio de 12,3 euros por cada metro cuadrado. En la parte opuesta de la tabla encontramos Cáceres, la capital más económica, con un precio de 4,7 euros/m2 mensuales.

Para Fernando Encinar, jefe de estudios de Idealista, "los números evidencian lo que venimos diciendo desde hace tiempo: no hay burbuja de alquiler. Y de haberla habido los datos demuestran que se está deshinchando. Los precios han subido en el conjunto del estado en 2018 pero este crecimiento está ya muy lejano de los de ejercicios anteriores.

Además los grandes mercados del alquiler, básicamente Barcelona y Madrid, adelantan la tendencia de lo que veremos más adelante en resto de las ciudades: en Barcelona los precios de alquiler han caído por segundo año consecutivo y en Madrid se estabilizaron con una ligera subida anual del 4%, aunque en los últimos meses de 2018 se registraron ya caídas.

Ante un escenario de normalización y de ajustes de los precios de alquiler consideramos muy arriesgado legislar ahora una realidad que ya no existe y que puede perjudicar muy gravemente el crecimiento del mercado. No hay datos estadísticos que justifiquen en estos momentos la urgencia con que se quiere regular el control de los precios, que de hecho ya están ajustándose en los grandes mercados. En los próximos meses veremos cómo los precios del alquiler se estabilizan y entran en una fase de mesetización o incluso más caídas. En algunos barrios puede haber aún tensión en los precios pero estará basada en una alta demanda que choca con una escasa oferta en esas calles. Pero en general esperamos una moderación de los precios. Únicamente podría romper esta tendencia a la estabilidad unas políticas de vivienda que estrangulen la oferta y que provoquen una reducción de la misma de forma dramática".