Algunos de los once agentes y mandos de la Policía Local de Palma, a los que el juez del caso Cursach, Miguel Florit, imputa un presunto delito de cohecho por asistir como invitados a fiestas en la discoteca Tito's, del empresario Bartolomé Cursach, se oponen a ser juzgados por un tribunal popular. Florit dictó el pasado viernes un auto donde abre una causa por el sistema del jurado a estos once funcionarios, auto que ha sido recurrido por las defensas de algunos de los encausados.
Ayer estaba prevista la celebración de una vistilla, con la presencia de los 11 imputados y sus abogados, y para acotar los hechos que serán enjuiciados por un tribunal popular. La vista se suspendió porque algunas de las partes no habían sido notificadas y se aplazó hasta el jueves.
El instructor del caso Cursach ha decidido separar estos hechos de la causa principal con el visto bueno del fiscal anticorrupción Miguel Ángel Subirán.
Las fiestas en Tito's habrían sido una dádiva que Cursach regaló a los funcionarios para que luego le dieran un trato de favor en sus negocios de ocio.
Florit ha excluido del juicio por jurado a Cursach y a varios de sus directivos, que habrían sido los que agasajaban a los policías con copas, mujeres y droga, según algunos testigos.
Sorpresa de defensas
La exclusión inicial del empresario y sus empleados sorprendió a algunas defensas, que pensaban que Cursach también acabaría siendo enjuiciado por un jurado. Finalmente, Florit ha rectificado en incluirá entre los acusados a Cursach y a otros de los máximos directivos de su Grupo y de la discoteca Tito's.
Entre los encausados se halla el exjefe de la Policía Local Antoni Vera, que ayer sí compareció para la anulada vistilla. Vera niega taxativamente estos hechos.
Ayer, otro de los encausados afirmó en los pasillos de los juzgados que hacía años que no pisaba la discoteca del Paseo Marítimo y también rechazó las imputaciones.
Cursach, y otras 23 personas, en su mayoría policías locales, figuran como acusados en una pieza separada del sumario, conocida como la de los "cohechos". La fiscalía anticorrupción imputa al empresario de la noche haber corrompido con dádivas o presiones a funcionarios de Palma, Calvià y el Govern para obtener un trato de favor en sus negocios y perseguir a la competencia. El fiscal pide para Cursach ocho años y medio de privación de libertad.
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