El expresidente del PP de Eivissa y Formentera y exconseller balear de Comercio, Industria y Energía, José Juan Cardona, salió de prisión ayer, a las nueve y cuarto, para disfrutar de su primer permiso penitenciario después de cinco años y cinco meses ininterrumpidos sin salir del Centro Penitenciario de Ibiza.

Su condena, la más alta impuesta a un político español por delitos de corrupción es de 16 años, como líder de la trama de saqueo de dinero público del caso Scala.

Con buen aspecto y bastante más delgado de cuando entró el 30 de julio de 2013, un Cardona con aire relajado y alegre se limitó a saludar a los periodistas que le esperaban en la puerta de la prisión. "Molt bé, bon dia", respondió al saludo de la prensa al tiempo que entraba en el coche en el que le esperaban su hermano Bartolomé y sus dos sobrinas. "Ya era hora, hoy es un día muy feliz", declaró su hermano minutos antes. (Vea aquí las imágenes del momento de la salida)

Será un permiso de 48 horas que pasará en familia.

Tendrá que regresar a la cárcel el lunes antes de las nueve y cuarto de la mañana. "Esperemos que pronto lleguen los próximos permisos", deseó su hermano Bartolomé. Los venideros podrán ser más largos, cinco días, si bien, por contra, ya no podrá tener vis a vis, sino que las visitas tendrán que ser tras el cristal.

Primeras llamadas

Una de las primeras llamadas que realizó el exconseller de Jaume Matas fue a su amiga María Luisa Cava de Llano, exdefensora del Pueblo.

"Le dije que no me llamara, que no perdiera el tiempo, que yo le veo con frecuencia [la última visita que le hizo en prisión fue el jueves], pero estamos todos muy contentos, sobre todo él que va a pasar 48 horas con su familia y comerá bullit de peix", dijo Cava de Llano, que se ha pronunciado en varias ocasiones para mostrar su extrañeza por que Juan Cardona haya tardado tanto tiempo en obtener el primer permiso.

"Hay un clamor de gente que le apoya y que no entiende este encarnizamiento del juez de Vigilancia Penitenciaria de negarse a darle los permisos y haber tenido que acudir a la secretaria general de Instituciones Penitenciaras", que es quien a la postre ha firmado la autorización.

Aprovechando la salida de un preso que genera tanto interés como el expresidente del PP pitiuso, varios funcionarios de la prisión de Eivissa han extendido una pancarta con el texto "dignidad profesional en prisiones ya, justicia salarial", continuación de las protestas de nivel nacional que se están llevando a cabo en las últimas semanas y que, en el caso de Eivissa, incluyen la reivindicación de contar con complementos salariales como los de las islas menores de Canarias.

"Buen carácter"

"A Juan Cardona esto no le ha molestado, él tiene muy buen carácter", aseguró al respecto su amiga Cava de Llano. Dentro de la prisión, el exconseller es una persona muy colaboradora y estimada tanto por los reclusos como por los funcionarios, según explican a este diario quienes conocen su comportamiento. Por este motivo todos los informes le son favorables, asegura.

En Navidad se encarga de instalar el nacimiento y el árbol, es quien más aporta a la revista de la prisión y suele ayudar a sus compañeros de reclusión siempre que le necesitan para redactar textos.

La condena de Juan Cardona es una de las más duras impuestas en España por delitos de corrupción. Acerca del porqué, el fiscal anticorrupción Juan Carrau explicó en entrevista con Diario de Ibiza, del mismo grupo editorial que Diario de Mallorca, que esto se debió a que el ibicenco nunca colaboró con la Justicia.

Inocente

No es lo mismo confesar el delito que no hacerlo, ni reparar en lo posible el perjuicio y facilitar medios de prueba que negarlo todo rotundamente, razonó Carrau. La ley dice que a quien colabora facilitando información se le puede bajar la pena hasta en dos grados.

"Si hay diferencia [en el caso de Juan Cardona respecto de otros políticos corruptos] es porque también hay un comportamiento distinto", advirtió el fiscal. Cardona siempre se ha declarado inocente, mientras que sus subordinados confesaron y ya están en libertad. No confesar también le cierra la posibilidad del indulto por parte del Gobierno.