Los isleños están cambiando su forma de ahorrar de la mano de unos tipos de interés situados en niveles mínimos. Dada la rentabilidad prácticamente nula que ofrecen las entidades financieras por los depósitos y los riesgos que conllevan los fondos de inversión (especialmente en un año en el que el balance de la Bolsa ha sido notablemente negativo), la apuesta está siendo en favor de la liquidez.
En septiembre de 2013, en valor de los depósitos de los isleños en los bancos era de 20.266 millones de euros, de los que más de la mitad (concretamente 10.674 millones) se encontraban en cuentas a plazo fijo de particulares. Por contra, 9.024 millones aparecían en cuentas de menor rentabilidad, como las de ahorro a la vista. La lista la completaban los 568 millones que entonces se asignaban a las Administraciones públicas.
Pero la evolución de los tipos y la nula rentabilidad que se obtiene actualmente por el ahorro en depósitos ha provocado un giro radical
De los 26.669 millones de euros en depósitos contabilizados al cierre del tercer trimestre del pasado año, el plazo fijo concentra únicamente 3.601 millones de euros, mientras que las cuentas de ahorro a la vista han elevado su valor hasta los 21.266 millones. A todo ello hay que sumar los 1.557 millones de euros asignados a las Administraciones públicas. Porque dado que los beneficios obtenidos en cualquiera de los dos productos bancarios antes señalados son casi inexistentes, el ahorrador está apostando por llevar su dinero a cuentas en las que pueda disponer de él de forma inmediata.
Desde la banca se destaca que para conseguir mejores rentabilidades hay que asumir más riesgos y apostar por los fondos de inversión de diferente perfil que se ofrecen, al tiempo que están impulsando también los planes de pensiones. En ambos casos, el banco logra mejores ingresos por las comisiones de gestión que cobra. Pero el miedo de los ahorradores (especialmente en un año negativo para la Bolsa) sigue haciendo que el crecimiento de estos productos sea limitado.
