Los trastornos psicóticos afectan a un 4% de la población de los países desarrollados y la visión dominante en la psicopatología sigue abordándolos desde una perspectiva predominantemente biológica. Dicho de forma llana, se ve a estas personas como "portadoras de un cerebro defectuoso".
Esta visión ha limitado el tratamiento del trastorno, centrándolo en recetar fármacos para controlar los síntomas durante mucho tiempo. Pero los datos señalan que estos medicamentos tienen una eficacia limitada y que recetarlos de manera prolongada tiene efectos negativos, aunque se combinen con otras estrategias de intervención. Es por eso que diversos autores están remarcando la necesidad de cambiar la conceptualización de la psicosis, buscando pasar del "cerebrocentrismo" a un enfoque más centrado en la persona.
Así lo recoge la tesis doctoral de Emilio López Navarro, que ha evaluado la viabilidad de este cambio de enfoque en el sistema público de salud. Para ello, el investigador de la UIB
Esta técnica busca que el sujeto sea consciente de lo que hace en el momento; que pueda pensar centrándose en el momento presente sin juzgarse y sin rumiar sobre el pasado ni sobre el futuro. Las raíces vienen de la meditación budista, pero actualmente se ha popularizado y se enseña desvinculado de misticismos o componentes religiosos.
En la tesis defendida por López (en el marco del programa de doctorado de Cognición y Evolución Humana de la UIB) el investigador proponía que personas afectadas por la psicosis practicaran este técnica para evaluar cómo variaba la relación con los síntomas, el bienestar y la manera de afrontar el estrés.
La clave de la propuesta es cambiar la forma en que la persona se relaciona con sus síntomas, en vez de tratar de eliminarlos. La idea, según resume la UIB en la presentación de la tesis, es "aprender a vivir a pesar de la persistencia de los síntomas". En cuanto a la relación entre síntomas y bienestar, la novedad respecto a investigaciones previas es que se tiene en cuenta la opinión de la persona, no se limita a una valoración externa del caso.
Efectos
Los resultados indican que tras una intervención basada en el mindfulness los síntomas no crecer y la calidad de vida, así como el funcionamiento cognitivo, mejoran. En cuanto a la evaluación subjetiva, el investigador apunta que aunque la calidad de vida se relaciona con determinados tipos de síntomas psicóticos, esta conexión puede modificarse por la manera en que la persona los afronta, amplificándola o reduciéndola.
La conclusión de esta tesis doctoral dirigida por Enric Munar, Antoni Mayol Pou y Paul David John Chadwick es que poner el foco en la persona a la hora de tratar a un paciente con psicosis es "seguro y beneficioso" y "genera conocimiento científico nuevo" cuando se aplica en el marco del sistema público de salud. Así, la investigación abre un nuevo camino para reducir el sufrimiento y aumentar el conocimiento práctico ante este diagnóstico.
