Alrededor de 2.000 personas marcharon ayer por el centro de 2.000 personasPalma para reivindicar la independencia de los Països Catalans, la libertad de los líderes políticos y sociales del 'procés' catalán, y la absolución de Valtònyc, el rapero mallorquín refugiado en Bélgica después de ser condenado por el contenido de sus canciones.

La manifestación, organizada cada 30 de diciembre para conmemorar la Diada de Mallorca, se desarrolló sin incidentes. La organización estaba advertida después de la tensión vivida el año pasado, cuando los manifestantes coincidieron con un grupo de españolistas que se dirigían a la Plaza de España para presenciar la ofrenda floral al rey Jaume I.

Un notable dispositivo policial evitó nuevos encontronazos, y solo se calentaron los ánimos cuando de manera puntual algún paseante saludó a los manifestantes al grito de "Viva Franco" o "Viva España". Hubo otro incidente en la calle Sant Miquel a la altura de Oms, cuando varios agentes de policía intervinieron para separar a un grupo de jóvenes que expresaron en voz alta su disgusto por la protesta.

Sin embargo, en general la marcha fluyó en un ambiente festivo desde que arrancó en Es Born hasta que terminó en el Parc de Ses Estacions, donde se leyeron varios manifiestos.

Dos mensajes

La marcha se articuló en torno a dos grandes pancartas. Encabezando la protesta, 'Defensem Mallorca. Construïm República', y varios metros detrás otra en la que se leía 'Per la plena sobirania. República mallorquina'.

La vicepresidenta del Govern y consellera de Cultura, Bel Busquets; y el conseller de Medio Ambiente y Agricultura, Vicenç Vidal, fueron los dirigentes más relevantes del Govern que participaron en la protesta.

También marchó por el derecho de autodeterminación Joan Tardà, diputado de ERC en el Congreso de los Diputados; Tòfol Soler, expresidente de la Assemblea Sobiranista de Mallorca (ASM); y varios cargos de Més y Podemos. También se dejó ver el alcalde de Palma, Antoni Noguera, pero solo al principio de la manifestación.

"Ya no nos alimentan las migas, queremos el pan entero", se leía en una pancarta. Dominó el color amarillo, visible en prendas de vestir y complementos, símbolo de la exigencia de libertad para los políticos de la Generalitat presos o en el exilio por autorizar el referéndum del 1-O. De hecho, el conflicto catalán estuvo muy presente, con mensajes recurrentes a favor de la República y de un referéndum de autodeterminación.

Hubo más que proclamas. A la altura del Teatre Principal un grupo de jóvenes extendieron en el suelo siluetas de papel manchadas con tinta roja para denunciar los "feminicidios", en referencia a los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas.

En la calle Sant Miquel otro grupo de personas con el rostro tapado se encaramaron a una farola para colgar un monigote al que 'bautizaron' con el nombre de Jorge Campos

Precisamente el recuerdo del rapero mallorquín planeó durante toda la protesta, en la que se escucharon frecuentes proclamas a favor de su absolución y de la libertad de expresión.

Valtònyc se dirigió a los asistentes al finalizar la marcha en un video grabado desde Bélgica. Lamentó no poder estar presente en la isla y aseguró que, cuando se resuelvan sus problemas judiciales, regresará "para seguir luchando por la independencia".

La cifra de participantes fue similar a la de la protesta del año pasado, que transcurrió todavía muy influenciada por los incidentes que siguieron al referéndum del 1-O. Esta edición llegaba condicionada por el auge de la extrema derecha, que acaba de irrumpir en el Parlamento andaluz, pero apenas hubo que constatar roces entre catalanistas y constitucionalistas.

La manifestación, al igual que otros actos institucionales y cívicos organizados con motivo de la Diada, sirve para conmemorar la conquista de Mallorca por el rey Jaume I un 31 de diciembre de 1229.